La carrera lunar; China y EU podrían colaborar por un mismo objetivo

La carrera lunar; China y EU podrían colaborar por un mismo objetivo

Foto: NASA

La coincidencia de intereses en la exploración lunar entre Pekín y Washington está generando una carrera espacial entre Estados Unidos y China. A pesar de que en el país norteamericano existen partidarios de anular una ley que prohíbe la colaboración con China en el ámbito espacial, los programas espaciales de ambas naciones han puesto su atención en el cráter Shackleton, ubicado en el polo sur de la Luna.

 

Los científicos creen que este cráter podría contener agua congelada en su subsuelo, lo cual sería de vital importancia para el establecimiento y mantenimiento de una base astronáutica en el futuro. Según informes del South China Morning Post, el agua congelada podría ser utilizada para producir oxígeno, hidrógeno, aire, agua potable y combustible en la propia Luna, evitando así la necesidad de transportar estos recursos desde la Tierra.

 

Ambos países están planeando misiones para aterrizar sondas cerca del cráter Shackleton en los próximos años. Estados Unidos tiene programado el lanzamiento de su sonda a finales de este año, mientras que China tiene como objetivo hacerlo en 2026. Estas sondas perforarán la superficie lunar hasta una profundidad de un metro para extraer muestras y realizar análisis detallados. Además, se llevarán a cabo exploraciones en áreas permanentemente en sombra con el fin de detectar posibles rastros de agua congelada.

 

China, por su parte, tiene planes ambiciosos para la exploración lunar. Se ha fijado como meta construir una estación de investigación lunar básica para el año 2028. Sin embargo, expertos estadounidenses argumentan que ambas potencias deberían trabajar de manera coordinada y en equipo en lugar de llevar a cabo programas independientes.

 

 

A medida que la carrera espacial se intensifica, las tensiones entre Estados Unidos y China se vuelven evidentes en su competencia por la exploración espacial. Sin embargo, existen posibilidades de cooperación que podrían abrir nuevas oportunidades en este ámbito.

 

Una ley conocida como Enmienda Wolf, aprobada por el Congreso de Estados Unidos en 2011, ha sido un obstáculo para la colaboración directa entre la NASA y las organizaciones chinas. Esta ley se creó debido a preocupaciones sobre el robo de tecnología por parte de China. El administrador de la NASA, Bill Nelson, ha expresado recientemente su apoyo a que la enmienda se mantenga vigente, argumentando preocupaciones sobre una potencial "carrera espacial" con China y la posibilidad de que este país reclame territorios espaciales.

 

A pesar de las tensiones, expertos en el campo ven la posibilidad de una cooperación fructífera entre Estados Unidos y China en la exploración espacial. Roger Handberg, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Florida Central, destaca que ambas naciones son consideradas líderes en las operaciones lunares. Handberg espera que la Enmienda Wolf sea cancelada para permitir un trabajo conjunto y productivo entre los dos países en el espacio.

 

Handberg argumenta que el espacio no debe ser visto como una zona de conflicto, sino como un lugar propicio para la cooperación en diversas actividades. Además, señala que pasarán varios años antes de que tanto China como Estados Unidos desarrollen la capacidad para extraer y procesar el hielo lunar, lo cual plantea desafíos técnicos significativos.

 

Brian Weeden, representante de la Fundación Secure World con sede en Washington, también aboga por la revisión de la Enmienda Wolf y la reanudación de la cooperación entre ambos países. Weeden destaca que China comparte intereses similares a los de Estados Unidos en la exploración espacial y ha demostrado una actitud constructiva en sus interacciones con la comunidad internacional en términos de leyes y normas espaciales.

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