La famosa Fuente de Trevi en Roma se convirtió en otra víctima de los ecologistas del movimiento Última Generación, que tiñeron de color negro sus aguas, informó este domingo el periódico local Il Messaggero.
Alrededor de una docena de personas participaron en la acción, al meterse en el interior de la fuente en presencia de muchos turistas y verter en el agua carbón vegetal diluido.
De pie en el agua, los activistas estiraron una pancarta en la que ponía: "No pagamos por los combustibles fósiles" y gritaron consignas en defensa de la naturaleza.
La acción de los ecologistas fue acompañada de insultos y gritos de indignación de los turistas y los transeúntes, señala la publicación.
La protesta fue interrumpida por los representantes de la policía local.
A principios de mayo, Última Generación llevó a cabo una acción similar en la romana Plaza Navona, cuyas aguas también ennegrecieron.
Según los activistas, querían transmitir la idea del "futuro negro que espera a la humanidad, y que ya se manifiesta en forma de sequías e inundaciones cada vez más frecuentes".
Los miembros de Última Generación realizaron varias acciones más como pintar este año la fachada del edificio del Senado de Roma, la estatua del primer rey de Italia unida, Victor Emmanuel II en Milán, y el Palacio Viejo en Florencia.
El 1 de abril, tiñeron de negro el agua de la famosa Fuente de la Barcaza, que está en la romana Plaza de España.
En abril, el Gabinete de Italia aprobó una ley que permite condenar a multas de hasta 60.000 euros a los activistas ecológicos, así como a sancionarlos.
El ministro italiano de Cultura, Gennaro Sangiuliano, indicó que solo la eliminación de las consecuencias de la acción de enero contra el edificio del Senado costó 40.000 euros.
Según el titular, su Ministerio actuará en adelante como demandante en los procesos penales relacionados con las acciones de los ecologistas.