Recientemente, se dio a conocer un estudio en el cual aseguran que más de la mitad de los grandes lagos del mundo están perdiendo agua a causa del calentamiento global y del consumo humano, pero ¿acaso esta situación se está manifestando en lugares como Puebla?
El estudio emprendido por expertos de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, se basa en el monitoreo de los cuerpos de agua más grandes del mundo a través de un sistema de satélites que permite saber la variación de los niveles del agua desde la década de los 90 hasta el año 2020.
El estudio arrojó que 53 % de los lagos mayores del mundo ha perdido agua, una cantidad aproximada a 17 veces el agua de los Lagos Mead, que son uno de los mayores embalses en los Estados Unidos.
El problema de la sequía está ligado al calentamiento global, pues este fenómeno provoca condiciones climáticas extremas por el calentamiento de la tierra, que ocasiona el deshielo de los polos.
Es por ello que en las temporadas de calor la temperatura aumenta mientras que el frío es más extremo, además de que los ciclos naturales de cada estación se han ido modificando.
Esto impacta directamente en las sequías, pues los periodos secos se han ido extendiendo y esto provoca que las lluvias disminuyan y con ello los niveles de los lagos naturales que están alrededor del mundo, incluido México.
¿Qué pasa en México y Puebla?
El año pasado se registró en México una de las sequías más importantes de los últimos 40 años, que se tradujo en una reducción en el nivel de agua contenida en las principales presas del país, tal es el caso de la presa Manuel Ávila Camacho ubicada en Valsequillo.
En este sentido, hay que hacer una precisión, pues el estudio se centra en los grandes lagos, que son cuerpos de agua de considerable tamaño, principalmente naturales, y de los cuales Puebla carece.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en México hay cinco grandes lagos: Chapala, entre Jalisco y Michoacán; Cuitzeo, en Michoacán; Pátzcuaro, en Michoacán; Yuriria, en Guanajuato, y Catemaco, en Veracruz.
Hay otros cuerpos de agua que también son considerados de gran capacidad, pero que en comparación con los anteriormente citados son menores, como el lago de Texcoco, la laguna La Leche, el lago El Barril, entre otros.
Los niveles del agua en estos importantes lagos se han mantenido entre sus parámetros, aunque los lagos de Pátzcuaro y Cuitzeo son los que más han resentido las sequías, según los datos de la Conagua.
En el caso de Puebla, el cuerpo de agua más importante es el lago de Valsequillo, el cual se forma artificialmente por los ríos Atoyac y Alseseca.
Dicho lo anterior podemos establecer que en Puebla no hay un cuerpo de agua natural de gran tamaño como los lagos ya citados, mientras que el más importante sí ha sufrido afectaciones por el cambio climático.
¿Se ha secado un lago en Puebla?
En el caso de la presa Manuel Ávila Camacho y el lago de Valsequillo, encontramos que sí se ha reducido considerablemente el nivel del agua durante el último año, lo cual repercute en la agricultura, pues la mayoría de esta agua se utiliza para los sistemas de riego.
Pero tomando en cuenta que hay otros lagos y lagunas en la entidad, los efectos de la sequía aún no se han visto de forma considerable.
Por ejemplo, encontramos que Puebla se caracteriza por tener lagos volcánicos, es decir, que surgieron a raíz de la extinción de algún volcán y de la formación de un cráter.
Un ejemplo es la laguna de Aljojuca, que apenas tiene 1 kilómetro de diámetro y aproximadamente 400 metros de profundidad; se caracteriza por tener un agua de tonalidad azul y verde esmeralda.
Otras lagunas son las de Alchichica, Atexcac y Tecuitlapa, sin que hasta el momento hayan presentado una disminución considerable en sus niveles a causa del cambio climático.