Las autoridades del Vaticano detuvieron a un hombre que ingresó sin permiso a la Ciudad del Vaticano, el país más pequeño del mundo. El intruso logró atravesar la puerta de Santa Ana y llegó hasta el patio de San Damaso, en el interior del palacio apostólico, antes de ser interceptado por las fuerzas de seguridad, según informes de la oficina de prensa del Vaticano.
El suceso tuvo lugar alrededor de las 20:00 horas, cuando un vehículo irrumpió a gran velocidad en la puerta de Santa Ana, una de las entradas de los muros vaticanos. A pesar de las advertencias de los soldados de la Guardia Suiza, quienes le indicaron que no podía ingresar sin las autorizaciones correspondientes, el conductor hizo caso omiso y forzó su entrada. Después de un breve momento de maniobras, logró abrirse paso, rompiendo las puertas de control tanto de la Guardia Suiza como del Cuerpo de Gendarmería.
En un intento por detener al intruso, un inspector de la Gendarmería disparó hacia los neumáticos delanteros del vehículo, pero no logró detener su avance. Mientras el código de alarma se difundía, se tomaron medidas de seguridad adicionales en la Ciudad del Vaticano, como el cierre de la Puerta de la Casa de la Moneda, que permite el acceso a la parte trasera de la Basílica de San Pedro, los jardines vaticanos y la plaza de Santa Marta, donde se encuentra la residencia del Papa Francisco.
Finalmente, el vehículo llegó al Patio di San Damaso, donde el conductor abandonó el automóvil por su propia cuenta y fue detenido poco después. Las autoridades informaron que el hombre, de aproximadamente 40 años, fue sometido a un examen médico que reveló un estado grave de alteración sicofísica.
Actualmente, el individuo se encuentra bajo custodia en una celda de detención en las nuevas instalaciones del Cuartel de la Gendarmería, a disposición de la autoridad judicial competente.
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