La Corte Suprema de Estados Unidos emitió un fallo histórico este jueves al determinar que el famoso artista Andy Warhol violó los derechos de autor al crear una serie de serigrafías basadas en una fotografía del icónico cantante Prince, quien falleció en 2016. La decisión del tribunal, con una votación de 7-2, ha generado un gran debate en el mundo del arte sobre el equilibrio entre la libertad creativa de los artistas y la protección de los derechos de autor.
El caso se centró en la disputa entre la Fundación Andy Warhol y la fotógrafa Lynn Goldsmith, cuya imagen de Prince fue utilizada por Warhol como base para su serie de serigrafías. La Fundación argumentó que la obra de Warhol era lo suficientemente transformadora como para no infringir los derechos de autor de Goldsmith. Sin embargo, la Corte Suprema rechazó este argumento y respaldó los derechos de los fotógrafos, afirmando que las obras originales merecen protección, incluso frente a artistas famosos.
La jueza Sonia Sotomayor declaró: "Las obras originales de Goldsmith, como las de otros fotógrafos, tienen derecho a la protección de los derechos de autor, incluso frente a artistas famosos. Dicha protección incluye el derecho a preparar obras derivadas que transformen el original". Esto implica que, aunque Warhol haya reinterpretado la imagen de Prince en sus serigrafías, no estaba exento de cumplir con los derechos de autor de Goldsmith.
El fallo ha reavivado el debate sobre la doctrina del "uso justo" en la ley de derechos de autor, que permite el uso sin licencia de obras protegidas en ciertas circunstancias. Mientras un tribunal de distrito inicialmente falló a favor de Warhol argumentando que sus obras tenían un significado y mensaje diferentes, un tribunal de apelación revocó esa decisión al considerar que un nuevo significado no es suficiente para justificar un uso legítimo.
La decisión de la Corte Suprema ha generado preocupación en la comunidad artística, especialmente entre aquellos que defienden la libertad creativa y la posibilidad de inspirarse en obras existentes. La jueza Elena Kagan, en un voto en contra junto al presidente de la Corte Suprema, John Roberts, expresó su preocupación de que esta decisión pueda sofocar la creatividad y dificultar la expresión de nuevas ideas.