No todo son desventajas: la ceniza volcánica y sus beneficios para la agricultura

No todo son desventajas: la ceniza volcánica y sus beneficios para la agricultura

Foto: Enfoque y Pixabay

La constante actividad del Popocatépetl prende las alertas en diferentes áreas, pues además de la posibilidad de una explosión de mayor riesgo, los pobladores deben lidiar con la caída de ceniza. Esta última preocupa por las afectaciones a la salud de la gente, pero algo que muchos no saben es que también tiene un beneficio para la agricultura debido a las propiedades que contiene.

 

Guadalupe Martínez, ingeniera agrónoma del estado de Veracruz, respondió en entrevista para Imagen Poblana cuáles son los beneficios que la ceniza tiene para los cultivos. Señala que, a pesar de que es una forma natural de ayudar al crecimiento de las plantas de consumo, no es suficiente para reemplazar otro tipo de abono comercial.

 

Concretamente, el beneficio que la ceniza volcánica brinda a los campos se debe al alto contenido de nutrientes para la tierra, ya que proviene de las profundidades del suelo, ahí es donde se concentran más los minerales que ayudan al crecimiento de las plantas y vegetales.

 

Las aportaciones del producto volcánico son principalmente de las capas más profundas del planeta, entre los que se pueden incluir óxidos, sulfatos (de magnesio y amonio), además de potasio, fósforo y calcio.

 

La especialista señala que, debido a la sobreexplotación de los suelos para plantación, muchos de estos ya están tan deteriorados que no proporcionan adecuadamente los minerales necesarios. Las fertilizaciones que se hacen comúnmente son complementarias, pero no retribuyen a la tierra las sustancias que se le extraen, por lo que la ceniza regresa al suelo parte de esos nutrientes.

 

¿Hay alguna afectación a las plantaciones? Nuestra entrevistada comenta que no, pues es un sustrato natural y no tiene efectos negativos en las plantas. Sin embargo, no descarta la posibilidad de que, al venir de la tierra profunda, la ceniza pueda contener algún metal pesado, aunque en cantidades mínimas que no afectan al consumo, pues para causar algún daño al cuerpo se requiere mucha concentración de estos.

 

“La ceniza volcánica nos facilita un proceso que una planta no podría hacer porque sus raíces son muy cortas y no alcanzan a llegar a las partes más profundas, donde pueden obtener más nutrientes. La ceniza, por su proceso, se podría decir que ya viene ‘digerida’”, señaló la ingeniera.

 

A pesar de sus amplios beneficios, esta ceniza no es un material suficiente para pensar en reemplazar a otro tipo de fertilizantes artificiales. Esto obedece a la alta demanda de plantas que se tiene hoy en día.

 

Los procesos de la agricultura implican dos partes, tanto las aportaciones naturales de la tierra, como los nutrientes que aportan los abonos químicos que se usan para la producción a gran escala. Además de la excesiva demanda, también está el factor de cubrir las necesidades alimenticias de la población, por lo que el sector agrícola se vale de todos los recursos disponibles para las plantaciones.

 

Si bien, la ceniza volcánica puede ayudar al crecimiento de plantas para consumo humano, no es suficiente para atender a toda la industria alimentaria.

 

“No habría forma de sustituir la parte de los fertilizantes químicos. Se ha intentado con diferentes tipos de composta, abonos orgánicos, pero siempre se tiene que recurrir a la parte de los fertilizantes”, manifestó Guadalupe.

 

No todo es seguro con la ceniza, pues hay riesgos por la inhalación para los trabajadores agrícolas, del mismo modo que lo hay para la población general. El director de Protección Civil (PC) de San Pedro Cholula, Rodolfo Fierro, explica que las partículas PM10 son microscópicas, pero estas no son de mayor peligro porque pueden quedar atrapadas en las fosas nasales antes de entrar a los pulmones.

 

Por otra parte, las PM2.5 son las más perjudiciales, ya que son más pequeñas y no son retenidas por el bello nasal, por lo que es recomendable usar un cubrebocas KN95 para filtrarlas y evitar la inhalación. Dichas partículas se alojan en los alvéolos y derivan en problemas pulmonares en el largo plazo.

 

El director de PC también sostiene que gracias a la ceniza volcánica hay lugares cercanos que son idóneos para el cultivo. Un ejemplo de ello es el municipio de Atlixco, pues al estar cerca del Popocatépetl, los agricultores pueden aprovechar más la caída de ceniza.

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