Una sobrerregulación en la inspección de medicamentos para tratamientos psiquiátricos es lo que ha provocado un desabastecimiento de más de cinco meses para los pacientes con enfermedades mentales crónicas en México.
Fue a finales de diciembre del año pasado cuando la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aseguró dos fábricas de la empresa Psicofarma.
En su momento, la Cofepris indicó que durante visitas de inspección identificó irregularidades, por lo que decidió hacer el aseguramiento que derivó en la suspensión de labores de esta empresa, que es una de las pocas a nivel mundial especializada en la elaboración de varios de estos medicamentos.
Aunque la empresa se comprometió a subsanar las irregularidades de forma inmediata, el proceso burocrático por parte de la Cofepris se ha alargado varios meses y apenas ayer dijo que se ha avanzado en el proceso.
De acuerdo con la Cofepris, tras haber subsanado las irregularidades, se permitirá la liberación de 7’225,650 cajas de medicamentos controlados, tales como Clonazepam y Metilfenidato, los cuales faltaban en los anaqueles de farmacias y hospitales de todo el país.
Psicofarma es el proveedor más importante a nivel nacional de medicamentos controlados para el tratamiento de trastornos mentales, no solamente para el sector privado, sino también para los hospitales públicos.
El cierre de sus dos plantas obligó a gran parte de los 4.9 millones de personas que sufren alguna enfermedad mental a suspender sus tratamientos por la ausencia de los fármacos.
¿Qué consecuencias tiene?
Aunque se anunció la liberación de estos medicamentos, será hasta dentro de los próximos días cuando finalmente empiece a abastecerse a las diferentes farmacias y hospitales, pero no todo el sistema se regularía, porque aún se debe reiniciar la producción.
Este desabastecimiento ha provocado graves afectaciones para los pacientes de trastornos mentales, pues estamos hablando de tratamientos que no deben de suspenderse, porque merman la calidad de vida del paciente y de sus familiares.
En algunos casos, dependiendo de las enfermedades, los síntomas que ocasionan los trastornos mentales pueden regresar si es que el paciente no está sometido a un riguroso tratamiento médico.
Por ejemplo, en el tratamiento de adicciones, los pacientes utilizan metadona para combatir la abstinencia por el consumo de la heroína durante un proceso de rehabilitación.
Los pacientes que han sufrido el desabastecimiento de estos medicamentos también tienen repercusiones en su rendimiento escolar, ya que se trata de menores de edad que sufren de hiperactividad o déficit de atención.
Hoy en día, la ansiedad, la depresión y el estrés son de las enfermedades mentales más frecuentes, por lo que sus pacientes también tuvieron que frenar sus tratamientos.
A nivel económico también puede tener severas repercusiones para Psicofarma, pues a pesar de ser la empresa más importante en la fabricación de estos medicamentos, la Cofepris anunció que tendrá una vigilancia permanente sobre la empresa.