Entre los jóvenes de la actualidad han proliferado nuevas formas de convivir gracias a las redes sociales, aunque no siempre son para beneficio o sano desarrollo. Estas maneras de interactuar involucran retos virales a través de plataformas como TikTok que no son ni de cerca inofensivos, ya que ponen en riesgo la vida de los menores.
Una constante de estos retos es que llaman a la ingesta de drogas o tomar licores no recomendados para menores de edad en grandes cantidades. Sin embargo, también hay otro tipo de desafíos que incitan a los jóvenes a tomar fármacos controlados como clonazepam, o el más reciente, que consiste en poner viagra en las bebidas de los adolescentes para ver sus reacciones.
Los hechos sucedieron en una escuela de Colombia, donde un par de alumnas pusieron viagra diluida en una bebida que ofrecieron a sus compañeros, todo esto a manera de una supuesta broma. Los estudiantes vieron los efectos de las pastillas y no tuvieron consecuencias más graves, pero las autoridades escolares y los padres aseguraron que tomarían acciones.
El sildenafil, conocido popularmente como viagra o “pastillas azules”, es un medicamento que se usa para mejorar la potencia sexual de aquellas personas que tienen disfunción eréctil o que simplemente les cuesta mantener una erección. Trabaja con el aumento del flujo sanguíneo, por lo que bajo ninguna circunstancia se recomienda suministrarla en niños, puesto que provoca ataques cardíacos, hemorragia cerebral, pulmonar y en la peor consecuencia, muerte súbita.
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Aunque el tan sonado caso ocurrió lejos de México, siempre está la posibilidad de que se replique, como ha sucedido con otros retos virales. El viagra es un medicamento destinado principalmente para hombres adultos, por lo que surge una duda, ¿qué tan sencillo es para los jóvenes conseguir estas pastillas?
En redes sociales como Facebook, Marketplace se convirtió en un lugar donde las personas pueden vender sustancias similares, como en algún momento sucedió con el clonazepam.
Actualmente la plataforma ha tratado de ser más restrictiva con la venta de este tipo de sustancias, pero eso no impide que la gente se las ingenie para seguir adelante con esta práctica. Se pueden encontrar múltiples publicaciones, en ocasiones anunciada de otra manera para sortear los filtros de Facebook.
Los hay de diferentes precios, desde 120 pesos, hasta 600, siempre camufladas con otros nombres o ilustrando los anuncios con imágenes alteradas para que no sean censuradas por la plataforma. Se ofrecen “selladas y garantizadas”, aunque no hay forma de saber si esto es cierto.
El problema de tratar con estos comerciantes informales es que no hay ninguna garantía de que el producto que entreguen sea efectivo o seguro, pues existe la posibilidad de que se dé un medicamento falso que derive en más complicaciones.
Las aplicaciones de reparto también son una opción donde se puede conseguir el sildenafil, pues algunas como Rappi la tienen en su repertorio de entregas sin mayores impedimentos. Algunos productos de estas aplicaciones requieren la verificación de mayoría de edad para ser entregados, aunque no hay certeza de que no se dé sin una identificación.
En una farmacia estos medicamentos se pueden conseguir sin más problemas, pues no hay barreras para los menores y sus precios no son tan elevados. En respuesta a Imagen Poblana, una empleada de la cadena de farmacias “Delta”, aseguró que no se tiene ningún tipo de restricción para vender el viagra a personas jóvenes.
Dentro de la sucursal donde labora nuestra entrevistada se ofrece sildenafil de 50 y 100 miligramos, cada una con cuatro dosis y a un costo de 50 y 100 pesos respectivamente. Afirmó que no es común que acudan jóvenes adolescentes a comprar las pastillas azules, sino que es más frecuente que las tomen en hombres de 27 años en adelante.
Señala que no tienen ninguna indicación de cómo actuar en ese hipotético escenario, pues es un medicamento de uso libre que no requiere prescripción de un doctor, como sucede con otros fármacos.
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