Los ciudadanos de Serbia entregaron 9.400 armas y más de 460.000 cartuchos después de que las autoridades anunciaran una recogida de armas y municiones debido a las dos masacres ocurridas en el país a principios de mayo, declaró el presidente serbio, Aleksandar Vucic.
"Hasta ahora [mediodía del 12 de mayo, GMT+2] se han recogido 9.401 armas, 460.537 cartuchos de diferentes calibres, 884 artefactos explosivos y minas, incluidas 717 granadas de mano y lanzagranadas de mano desechables", esbozó el líder serbio en un mensaje a la nación.
El mandatario expresó su convencimiento de que esta campaña de recogida de armas será la más exitosa y agradeció a sus connacionales su confianza en la policía, calificando la cifra de 10.000 armas recogidas de "un enorme paso hacia un entorno seguro" para los niños y para todos los serbios.
El 7 de mayo, Vucic declaró la recogida de armas y municiones ilegales a nivel nacional que comenzó el día siguiente. Los ciudadanos tienen un mes para entregarlas sin consecuencias. El presidente indicó que el Gobierno también tiene previsto reducir en un 90% el número de armas de fuego legales.
Según sus datos, en Serbia, que tiene una población de unos 6,5 millones de habitantes, sin contar el territorio de Kosovo y Metohija, hay registradas 765.000 armas de caza, deportivas, pistolas y revólveres.
La noche del 4 al 5 de mayo, Uros Blazic, de 21 años, riñó con un policía cerca de una escuela del pueblo de Budona, tras lo cual fue a casa, regresó con un arma de fuego y mató al agente y a su hermana. Luego asesinó a seis personas más y causó heridas a otras 14 en un pueblo vecino, Sepsin, donde había nacido, y se dio a la fuga.
Antes de eso, el 3 de mayo, un adolescente de 13 años abrió fuego en una escuela en el centro de Belgrado con la pistola de su padre. En el atentado murieron ocho niños y un guardia; otros seis alumnos y un maestro resultaron heridos.