La inflación en la economía mexicana desaceleró por tercer mes consecutivo en abril pasado, a su nivel más bajo en 18 meses, ubicada en 6,25 por ciento anual, según el informe mensual del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicado este miércoles.
"En abril de 2023, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una disminución de 0,02 por ciento respecto al mes anterior. Con este resultado, la inflación general anual se colocó en 6,25 por ciento", dijo el Inegi en un informe periódico.
Esa tendencia la acerca a la meta de las autoridades financieras y monetarias que es un rango de dos a cuatro por ciento anual.
En el mismo mes de 2022, la inflación mensual fue de 0,54 por ciento y la anual, de 7,68 por ciento.
El "índice de precios subyacente" -que descarta los productos con mayor volatilidad- registró un incremento de 0,39 por ciento mensual y de 7,67 por ciento anual.
Al interior del índice subyacente, a tasa mensual, los precios de las mercancías aumentaron 0,50 por ciento y los de servicios, 0,25 por ciento.
El "índice de precios no subyacente", que considera todos los productos de la canasta retrocedió 1,25 por ciento a tasa mensual y creció 2,12 por ciento a tasa anual.
Dentro del índice no subyacente, a tasa mensual, los precios de los productos agropecuarios no presentaron cambio.
Los precios de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno disminuyeron 2,30 por ciento, esto se debió, principalmente, a los ajustes en las tarifas eléctricas dentro del esquema de temporada cálida en 18 ciudades del país, tras del invierno boreal en marzo pasado.
Con el objetivo de contener la inflación, el Banco de México (Banxico, central ) acordó el 30 de marzo pasado elevar la tasa de interés a un máximo histórico de 11,25 por ciento, al subir ese indicador 0,25 puntos porcentuales.
La entidad autónoma de cinco directivos de banco estatal explicó que la decisión unánime considera cuatro elementos: los retos ante el apretamiento de las condiciones financieras globales; el entorno de incertidumbre; la persistencia de las presiones inflacionarias acumuladas; y la posibilidad de mayores afectaciones a la inflación.
La inflación podría comenzar a ceder en una larga marcha hacia la meta de las autoridades monetarias y financieras nacionales, el mencionado rango de dos a cuatro por ciento anual, que podría alcanzar a finales del año próximo.
La siguiente decisión periódica de política monetaria del banco central está programada para este jueves.