Luego de visitar Ucrania, Polonia y Eslovaquia, Alfonso Herrera, Embajador de Buena Voluntad de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, instó a incrementar el apoyo que reciben millones de personas afectadas por la guerra.
Estando en Ucrania, Alfonso Herrera visitó un albergue para personas desplazadas internas; además, se entrevistó con familias cuyas casas fueron dañadas o quedaron completamente destruidas por los bombardeos.
Por otra parte, pudo ver, de primera mano, qué están haciendo ACNUR, las autoridades locales y los socios para brindar protección, que incluye apoyo psicosocial, asesoría jurídica, así como artículos básicos para el hogar y ayuda para la vivienda, lo que incluye unidades de alojamiento prefabricadas para aquellas personas cuyo hogar quedó totalmente destruido. De esta forma, se está ayudando a las personas a recuperarse y a permanecer en su tierra y en su comunidad.
En Ucrania, bajo el liderazgo del gobierno, ACNUR brinda ayuda en efectivo y otro tipo de apoyo a las personas afectadas. Sin embargo, dado que la guerra continúa y millones de personas siguen desplazadas, las necesidades humanitarias son mayúsculas, tanto en Ucrania como en los países que han dado generosa acogida a las personas refugiadas durante más de un año.
En Polonia, Alfonso Herrera visitó dos albergues cerca de la frontera con Ucrania, donde se entrevistó con personas refugiadas con discapacidad, y habló con mujeres, niñas y niños sobre los desafíos que supone el exilio, incluido el difícil acceso al empleo y la educación.
Además, visitó la Fundación Zustricz, una organización no gubernamental dirigida por personas de Ucrania que ayudan a sus connacionales, donde pudo observar diversas actividades de terapia ocupacional que se ofrecen a niñas, niños y personas adultas; estas permiten a los refugiados trabajar el daño emocional y mental provocado por la guerra y el desplazamiento.
En el último año, desde que se suscitó la invasión a gran escala de Ucrania, casi un tercio de la población ha sido forzada a abandonar su hogar. Más de cinco millones de personas siguen siendo desplazadas dentro de Ucrania, y millones más han salido del país como refugiados por toda Europa.