Un estado de flujo se logra cuando los usuarios están absortos en una actividad, lo cual ocasiona desinterés por otras ocupaciones pese a sus consecuencias negativas. Por lo tanto, hay una correlación entre los "estados de flujo" que experimenta un individuo al usar TikTok e Instagram y su bienestar psicológico y felicidad.
TikTok (73.6%) e Instagram (79.4%) se encuentran entre las redes sociales con mayor porcentaje de usuarios en México en 2022, según datos de Statista. Además, un nuevo estudio identificó cómo la inmersión en un mundo dominado por las redes sociales genera conductas problemáticas y adicción a estas.
La Universidad Baylor de Estados Unidos, señaló que pese a su creciente popularidad, se ha indagado poco en el vínculo entre el uso de estas aplicaciones y el bienestar mental. Por ello, destacados investigadores y especialistas compartieron sus conclusiones sobre Instagram y TikTok y temas relacionados con teléfonos inteligentes,
Cyberpsychology Behavior and Social Networking es la revista donde se abordan cinco dimensiones del estado de flujo entre las cuales destaca la atención enfocada, es decir la inmersión en el uso de redes sociales. El disfrute o la diversión experimentada al usarlas, la curiosidad o deseo de mantenerse al día con los acontecimientos dentro de esta plataforma. Y por último, la telepresencia o inmersión en un mundo creado por la experiencia de las redes sociales. De tal modo que los investigadores mencionan una distorsión del tiempo, la cual consiste en perder el sentido de la temporalidad en estos sitios digitales.
En cuanto al comportamiento problemático en redes sociales y la adicción a estas, la investigación asoció a la telepresencia con niveles más altos de adicción en quienes usan Instagram y TikTok. Según los autores de la investigación, 28% de los internautas de Instagram y el 24% de los de TikTok participantes estudiados calificarían como adictos según los criterios del diagnóstico. Otros aspectos negativos asociados con la telepresencia en ambas plataformas fueron: divagación mental, FOMO (Fear of missing out), ansiedad y depresión.
Sobre otros efectos negativos de las redes sociales, particularmente en la adolescencia, un estudio reciente también advierte de impactos en el desarrollo neuronal. Según los hallazgos, se están volviendo hipersensibles a los comentarios de sus compañeros y a la retroalimentación social. De acuerdo con María Maza, una de las autoras del estudio, la mayor sensibilidad a la retroalimentación social puede promover el uso compulsivo de las redes sociales en el futuro.
Los investigadores reconocen que estos sitios pueden proporcionar un escape de las preocupaciones cotidianas, pero advierten de su uso en exceso. Pues son una mala estrategia de afrontamiento y desplazan relaciones interpersonales significativas y cercanas, benéficas para el bienestar psicológico. (NotiPress)