El estado de Texas (sur de EEUU) creó nueva unidad de la Guardia Nacional para interceptar a migrantes en la frontera mientras aumenta el número de personas que intentan llegar al país tras el fin de una política de salud de la era del COVID-19 esta semana, informó el gobernador, Greg Abbott.
"Hoy estamos desplegando una nueva unidad de la guardia nacional, se llama Fuerza Táctica Fronteriza de Texas. Se desplegarán en puntos calientes a lo largo de la frontera para interceptar, repeler y devolver a los migrantes que intentan entrar ilegalmente en Texas", afirmó Abbott.
Las tropas estarán equipadas con aviones, barcos, lentes de visión nocturna y equipo antidisturbios para estar preparados ante cualquier cosa que puedan encontrar en la frontera, añadió el gobernador.
Texas ya desplegó unos 10.000 miembros de la Guardia Nacional junto con 1.200 policías del Departamento de Seguridad Pública del estado en la frontera, dijo el funcionario.
En conjunto, estas fuerzas rechazaron a más de 37.000 personas que intentaban entrar en EEUU y detuvieron a otras 37.000 que cruzaron ilegalmente el país, añadió Abbott.
Según relató, los agentes también detuvieron a unos 27.000 delincuentes peligrosos, entre ellos miembros de bandas de cárteles que eran buscados por delitos como asesinato, e incautaron fentanilo suficiente para matar a todos los ciudadanos EEUU.
Ante el fin de la orden de emergencia de salud pública del Gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) conocida como Título 42, que expira este 11 de mayo, se espera que una oleada masiva de migrantes ilegales desborde la frontera sur de EEUU.
La política sanitaria de la era Trump permite al Gobierno estadounidense rechazar a indocumentados de su frontera para evitar la propagación del COVID-19.
Durante el Gobierno del presidente actual estadounidense, Joe Biden, un número récord histórico de migrantes llegó a la frontera sur de EEUU, alcanzando dos máximos consecutivos en 2021 y 2022, y superando los 2,3 millones de personas.
En el año fiscal 2023, las autoridades estadounidenses encontraron a más de 1,2 millones de migrantes en la frontera.