La peligrosa araña violinista, ¿cómo identificarla y que hacer frente a una picadura?

La peligrosa araña violinista, ¿cómo identificarla y que hacer frente a una picadura?

La temporada de calor para muchas personas significa refrescarse y divertirse o, por qué no, salir a pasear a lugares no siempre explorados. A esto se suma el clima de lluvias y la proliferación de aquellos bichos que pueden ser peligrosos, uno es la araña violinista.

 

La Loxosceles tenochtitlan, mejor conocida como araña de rincón o violinista, es una especie de arácnido que se descubrió en la región del Valle de México, pero enciende las alarmas por los peligros de su picadura. En el territorio nacional también existen otras especies como la Loxosceles laeta, que fue introducida desde países de Sudamérica como Chile, Perú, Ecuador y Bolivia.

 

Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México es el país con mayor diversidad de arañas Loxosceles, con un total de 40 diferentes, equivalente al 30 % de todas las que hay en el mundo. El clima en estas épocas del año, puntualmente a partir de mayo y hasta julio, hace que las arañas violinistas proliferen en los hogares.

 

¿Cómo identificarla? El rasgo más distintivo es su característico color café con tonalidades rojizas y una ‘cara’ con tres pares de ojos, unos alojados al centro y el resto a los costados, además de sus ocho patas con puntas finas, de las cuales las traseras suelen ser más alargadas que las delanteras.

 

Algo que le ayuda a mantenerse lejos de los ojos humanos es su tamaño, ya que normalmente mide entre 1.8 y tres centímetros de longitud, además de que tienen una técnica de camuflaje que les permite cambiar de color según lo requiera el entorno.

 

Su picadura es una de las más peligrosas a las que pueda estar expuesto un ser humano, ya que es causante de necrosis celular, es decir, su veneno causa la muerte de las células al momento. Cualquier parte del cuerpo con proteínas es susceptible de descomponerse con el veneno del arácnido.

 

Lo primero que sucede es que la zona afectada se empieza a hinchar y adquiere un tono rojizo que se intensifica con el paso de los minutos, además de dolor generalizado, alta temperatura y escalofríos. Algo igual de frecuente son las náuseas, dolores de cabeza y en ocasiones, taquicardias. La señal más clara de que han empezado los peores efectos es que la parte que sufrió la picadura se entumece y pierde sensibilidad.

 

 

En comparación con otros animales venenosos, el veneno de la araña violinista puede ser más intenso que el de una cobra o el de otros arácnidos. Es potencialmente más corrosivo que el ácido sulfúrico y si no es atendido a tiempo en un centro de salud, puede ser letal para los humanos o generar daños irreparables en los tejidos, daño renal o complicaciones cardíacas.

 

Ante una picadura, lo primero es tratar el área afectada colocando hielo y compresas frías para evitar la calentura; esta se puede identificar con marcas rojizas en la piel. Para evitar mayores complicaciones se recomienda lavar la herida con agua y jabón, prosiguiendo a acudir a un centro de salud para recibir la atención necesaria y evitar infecciones o frenar la necrosis.

 

Ese particular nombre se debe a la forma que tiene en su parte trasera, muy parecido a un violín de verdad. Su hábitat natural son los lugares secos y cálidos, en México se le puede ver en estados como Sonora, Chihuahua, Morelos y la Ciudad de México, pero se ha reportado en otras entidades porque se cuela en transportes o cargamentos donde se le avista en los rincones y grietas.

 

Dentro de una casa es común que se le pueda hallar en zapatos, grietas, bodegas, sótanos, lugares poco aseados e incluso en esquinas dentro de un closet y en medio de la ropa y cobertores doblados. Hay personas que acostumbran a apilar maderas o fierros viejos en patios y azoteas, lo que para la araña violinista representa otra oportunidad más de esconderse.

 

Desafortunadamente, la picadura no atendida a tiempo deriva en la muerte de los pacientes. En México no han sido pocos los casos en los que una persona muere por la picadura de una violinista, como en Guanajuato, el 10 de junio del 2021, cuando un hombre de 50 años murió por la picadura que no fue revisada a tiempo por un doctor. El hombre empezó con la manifestación de síntomas en dolor de riñones, pulmones y corazón, por lo que el antídoto administrado ya no fue efectivo.

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