El caso de las víctimas de un culto de inanición en Kenia conmocionó al mundo, pero aún se siguen revelando datos e información que puede hacer todavía más impactante esta historia, pues las autoridades informaron que muchos de los fallecidos, especialmente niños, mujeres y ancianos, fueron obligados a morir de hambre o asfixiados a manos de otros miembros de la secta.
Hasta el momento, se han recuperado al menos 109 cadáveres en un bosque situado en la comuna de Shakahola, en el condado de Kilifi. El terreno pertenece a Paul Mackenzie, pastor de la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas, quien convenció a sus seguidores de renunciar completamente a la comida y esperar la muerte, con el objetivo de ir al cielo a encontrarse con Jesús.
LAS SECTAS RELIGIOSAS
— Luis Dueñas Rojas (@RojasDuenas) April 25, 2023
Decenas de fieles de una secta en Kenia mueren de hambre voluntariamente por creer que así irán al cielo.
Las autoridades acusan al líder del culto, que se encuentra bajo custodia, de ordenar a sus seguidores a renunciar por comple... https://t.co/dWb0cQiUJZ pic.twitter.com/GOHvuWN1Me
De acuerdo con las autopsias más recientes, dos niños y un adulto murieron por asfixia, además, otro menor sufrió una lesión en la cabeza. "En general, tenían señales de inanición. Pero dos cuerpos de niños tenían cianosis o la decoloración azulada de las uñas que causa la asfixia. Esto significa que se les negó el oxígeno en el momento de la muerte y lo que podría ser un indicador de que fueron asfixiados", reveló Johansen Odour, patólogo gubernamental.
Por otro lado, los reportes muestran indicios de que Mackenzie y un grupo de cómplices se pudieron haber beneficiado económica y materialmente de estos trágicos actos.
Hallan 89 cadáveres de una secta en Kenia cuyo líder obligaba a ayunar hasta morir
— diariotrv (@DiariotrvCom) April 26, 2023
La cifra de personas fallecidas en Kenia ha aumentado a 89, siendo las víctimas seguidoras de un culto que creían que alcanzarían el cielo si ayunaban hasta morir, de acuerdo a las autoridades. pic.twitter.com/k6NAv0rTO1
Los seguidores del culto acudían voluntariamente al bosque, donde se los privaba de la comida y agua, después de que morían, los cómplices del pastor enterraban los cadáveres a cambio del dinero que pagaban por anticipado las víctimas.
El caso salió a la luz cuando dos niños fueron encontrados muertos tras haber sido asfixiados por sus padres, la policía relacionó el crimen con Mackenzie y lo acusó de haber incitado a los padres a cometer el crimen. Actualmente, el pastor está bajo custodia junto a 17 de sus aliados, además está siendo investigado por asesorar y ayudar a personas a suicidarse, por asesinato, secuestro, radicalización, genocidio, crímenes contra la humanidad, crueldad infantil y fraude, entre otros.
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