El embarazo es una de las etapas que mayor número de cambios conlleva para las mujeres, pero no solamente en el aspecto físico y hormonal sino también en el mental, aunque lamentablemente este último no siempre recibe la misma atención.
Desde 2016 se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental Materna, una fecha que busca generar conciencia sobre los problemas de salud mental materna que vienen con el embarazo y el posparto.
La conmemoración es el primer miércoles de mayo, por lo que este 2023 se conmemora el 3 de mayo y muchas organizaciones hacen actividades con la finalidad de hacer un llamado a los gobiernos para que haya mayor prevención, detección y tratamiento de los trastornos mentales en mujeres embarazadas.
Trastornos y la importancia de atenderlos
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, hay varios trastornos que son comunes tanto en mujeres embarazadas como en aquellas que atraviesan en el periodo posparto.
Por ejemplo, uno de los trastornos más común es la depresión prenatal, que además se caracteriza por ser una de las enfermedades menos atendida, pues muchas veces las mujeres dejan de lado su salud.
Este tipo de depresión representa un riesgo no solamente para la madre, sino también para el recién nacido, ya que durante el periodo de gestación las pacientes abusan del consumo de medicamentos sin prescripción, y en la ingesta de alcohol, tabaco y hasta drogas.
Además de afectar la salud de la madre, ocasiona que el recién nacido nazca de forma prematura, tenga bajo peso o sufra un retraso en su desarrollo.
Actualmente hay cifras que señalan que entre un 9 y 14 % de las mujeres embarazadas en México sufre de depresión en el embarazo.
Sin embargo, la depresión posparto, es decir, la que se da una vez que concluye el embarazo, tiene una incidencia más alta y ronda entre el 6.6 y el 24.6 % de las mujeres.
La depresión posparto tiene como característica que afecta no solamente a las mujeres, sino también deriva en problemas con su pareja, en el cuidado de su hijo o hija, así como en la relación con el resto de su familia.
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Generalmente, la depresión posparto provoca que la madre se vuelva inoperante para satisfacer necesidades básicas del recién nacido, que van desde su alimentación hasta su correcto cuidado, generando un impacto negativo en el desarrollo de los menores.
Asimismo, las autoridades señalan que la falta de atención especializada a mujeres que atraviesan por depresión posparto o depresión prenatal puede desarrollar otros trastornos como la ansiedad y el estrés.
El tratamiento correcto y a tiempo puede representar un cambio importante para las mujeres y la forma en la que se relacionan tanto con sus hijos como con el resto de su entorno.
Atender correctamente la salud mental de las madres o mujeres embarazadas puede significar un cambio muy importante para su salud general y la de sus hijos.
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