El Ministerio de Asuntos Exteriores de Afganistán aseguró este jueves que la prohibición de que las mujeres del país trabajen en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es un asunto interno del Estado afgano.
Esa declaración se hizo en respuesta a una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobada por unanimidad la víspera, que condena el veto del movimiento Talibán (bajo sanciones de la ONU por actividades terroristas) dirigido contra sus ciudadanas.
"Subrayamos que, de acuerdo con la legislación internacional y el firme compromiso de los Estados miembros de la ONU de respetar la elección soberana de Afganistán, ese tema (...) es un asunto interno afgano, que no influye en otros Estados", dice el texto de la declaración.
También señala que Afganistán sigue comprometido con garantizar todos los derechos de la mujer, y las diferencias culturales que existen entre los países deben respetarse, en lugar de politizarse.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, además de condenar la decisión de los talibanes de prohibir que las mujeres afganas trabajen para la ONU en Afganistán, instó a ese Gobierno a poner fin a las políticas que violan los derechos de las mujeres, incluidos los relacionados con su acceso a la educación, el empleo y la libertad de movimiento.
Afganistán sigue sumergido en una profunda crisis, tras dos décadas de conflicto armado entre los talibanes y los gobiernos que se sustentaban en el apoyo militar de Estados Unidos y otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El coordinador residente de la ONU en Afganistán, Ramiz Alakbarov, denunció en agosto pasado la creciente marginación de las mujeres tras la vuelta de los talibanes al poder, pues se observó un significativo retroceso en los derechos económicos, políticos y sociales de las féminas.
Según el diplomático, la plena reintegración de las mujeres en la fuerza laboral es esencial para transformar la economía de Afganistán.
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