Considerado el inventor del ballet moderno, Jean-Georges Noverre fue uno de los bailarines franceses de mayor influencia en el mundo, quién nació en París, Francia, el 29 de abril de 1727. A modo de conmemorar su natalicio, se determinó que esta fecha como el Día Internacional de la Danza desde 1982, establecido por la UNESCO.
El objetivo de este día es darle el valor y el homenaje que le corresponde a esta expresión artística, así como celebrarla y a quienes la practican y la usan como una forma de romper barreras culturales y unir a las comunidades con la danza. A parte de la UNESCO, el día se instauró gracias a la insistencia del Comité Internacional de la Danza y al Instituto Internacional de Teatro.
Otro de los objetivos es acercar este arte al público, hacerlos partícipes y a que levanten la voz y pongan su atención en la danza. Para la preservación, una de las metas es hacer que cada vez sea más grande el número de personas que se interesan en la danza y sus diferentes formas, así como la superación de impedimentos sociales para que todos la disfruten.
México es uno de los países con mayor riqueza cultural en el mundo, por lo que naturalmente existen múltiples danzas en el país que son representativas y tienen significados detrás. Cada una de ellas proviene de algún lugar específico de la república y en cada región se van adecuando los atuendos acordes a sus tradiciones y cultura.
Quizá la más famosa es la Danza de los Viejitos, que vio su origen en la época prehispánica. Puntualmente se le debe a la cultura purépecha, cuando hacían rituales con danza a Huehuetéotl, el Dios Viejo o Tata Jurhiata, y la finalidad era que esta deidad concediera buenas cosechas para las comunidades y proveyera recursos abundantes.
Antes de la llegada y conquista de los españoles la danza se hacía en territorios de lo que hoy es Jalisco y Michoacán, y se le llamaba T’arche Uarakua. En la conquista se vio restringido y, posteriormente, se adaptó a la religión católica. Pasó de tener un sentido ceremonial a una burla de los conquistadores. Para efectuarlo se requiere de cuatro hombres con atuendos purépechas, un conjunto de camisa y pantalón de manta blanco, además de un sarape multicolor, huaraches de madera y la máscara con cara de un viejo con un sombrero y bastón.
En la península de Yucatán es donde tuvo origen la Jarana Yucateca. El nombre tiene raíz despectiva, ya que los colonos españoles que se establecieron en Mérida sí dejaban a los indígenas llevar a cabo sus fiestas tradicionales, pero les llamaban “jarana” a modo de burla, término que fue tomado por los habitantes mayas para nombrar así a algunas de sus festividades. La música es una conjunción de los ritmos tradicionales con la música popular.
Se baila en parejas y tiene un ritmo de ánimo que va rápido, las mujeres se visten con los tradicionales huipiles yucatecos, calzado blanco y rebozos bordados. Por su parte los hombres se visten como los mestizos de la época colonial, con pantalón de dril y guayabera, todo a color blanco. Sus zapatos son de tacón y en la cabeza deben llevar un sombrero tejido más un paliacate rojo en los bolsillos del pantalón.
En otras latitudes nació la Polka Norteña, puntualmente en estados como Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León. En lo musical va acompañada con instrumentos clásicos como la guitarra y el acordeón. Es una combinación de ritmos polacos que llegaron después de la conquista y a la que los campesinos agregaron más pasos.
Para bailarlo se debe hacer en binomio; la mujer va de vestido largo y con colores, mientras que los hombres van con sombrero, botas vaqueras y pantalón de mezclilla. Es practicado en varias partes del país, pero es especialmente significativo porque refleja la cultura e identidad de los estados del norte de México.
La mayoría de danzas tradicionales tienen el distintivo de que surgieron o fueron modificadas por la conquista de México, pero hay otras que se empezaron antes, como es el caso de la Danza del Venado. Esta se desarrolla más en el sur de Sonora y es una danza indígena que pertenece a la tribu Yaqui. El animal al que alude era venerado por dicha cultura, por lo que este baile se hacía antes de iniciar la cacería de venados.
Tiene tres participantes protagónicos: el venado, el pascola y el coyote. Para desempeñarlo quien interprete al venado llevará una cabeza disecada real de venado. En los cuernos lleva un listón blanco y arriba uno rojo, torso descubierto con collares, un pañuelo en la cintura y capullos de mariposa que adornan los tobillos. Los otros dos llevan una máscara con adornos negros, rojos y blancos, collares, capullos en los tobillos y sonajas en las manos.
Se baila simulando la persecución de los cazadores, donde primero el venado va de un lado a otro a gran velocidad, luego se incorporan los demás para asustarlo y simular la cacería.
Aún existen más danzas que representan la cultura de México, y algunas de ellas tienen lugar en Puebla. Prueba de ello es la Danza de los Quetzales, que es originaria de la Sierra Norte del estado. Se le debe a la cultura Tolteca, donde elaboraban coronas con plumas de las aves a las que hace referencia y se usan durante la danza.
Actualmente se sigue llevando a cabo por los pobladores de Cuetzalan del Progreso y las zonas aledañas. Se le dedicaba al Sol, algo que se refleja en las coronas que portan, pues llevan listones que emulan a sus rayos, además de grandes palos de carrizo que se adornan con más listones de colores. Para cubrir el cuerpo llevan una capa de algún color que varía y debe ir con bordados, debajo una camisa blanca y un pantalón rojo con olanes dorados en la rodilla y los tobillos.
La mixteca poblana es cuna de otro de los bailes más emblemáticos de la región, estamos hablando de la Danza de los Tecuanes. El municipio de Acatlán de Osorio fue el precursor de esta tradición de la cultura olmeca donde el personaje más importante es el “Tecuán” o Jaguar, que simula devorar a los hombres a su alrededor.
Puede estar conformada hasta por 40 personas, que usan prendas con elementos prehispánicos. El significado es que dos tribus, una liderada por el viejo Lucas y otra del viejo Morianchi, agricultores y ganaderos, se peleaban por el daño de sus animales, culpándose unos a otros, hasta que descubrieron que el verdadero responsable era el Tecuán, por lo que se unen para matarlo.
Se lleva a cabo principalmente en la fiesta patronal de Acatlán y el domingo previo al 24 de octubre, cuando se celebra a San Rafael Arcángel. Luego se hace el 2 de noviembre en el panteón para conmemorar a los muertos y, por último, el 12 y 24 de diciembre.
Una vez más, en el municipio de Cuetzalan, la Danza de los Voladores también es un baile de origen prehispánico. El ritual está ligado a la fertilidad, pues se pide al dios Tláloc, de la lluvia, para que esta caiga. La forma en la que suben al palo de 25 metros y posteriormente descienden es la simulación de la caída de la lluvia.
Su vestimenta es una camisa blanca en la que se amarra una tela en forma de media luna color rojo con adornos de chaquira, flores y bordados. En la parte de abajo llevan ropa interior blanca debajo de un pantalón rojo con bordados y flecos dorados. El calzado consta de botines negros y en la cabeza, una corona que se hace con espejos, flores, un abanico y listones de colores.