Vendedores, fierreros, sonideros, antros… los ruidos que siguen sin sanción

Vendedores, fierreros, sonideros, antros… los ruidos que siguen sin sanción

Foto: Enfoque

En junio del 2022 se aprobó la Ley de Atención y Prevención de la Contaminación Visual y Auditiva para el Estado de Puebla, una legislación esperada por muchos que tenía la intención de sancionar a aquellas personas o negocios que diariamente generan un ruido excesivo.

 

A 10 meses de que dicha ley entró en vigor, nos encontramos con que su aplicación ha fracasado hasta el momento, pues continúan habiendo algunos negocios o personas que contaminan auditivamente sin que reciban sanción alguna.

 

En este contexto, encontramos que el último miércoles de abril se conmemora el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, el cual fue instaurado desde 1996 por el Centro para la Audición y Comunicación.

 

Este día busca llamar la atención de la sociedad y de los gobiernos para crear políticas públicas que permitan a los ciudadanos tener información sobre los peligros que provoca la exposición al ruido a largo plazo.

 

¿En qué consiste la ley?

 

La ley aprobada por el Congreso del Estado estableció una regulación para la contaminación auditiva, pero también la visual, que iba desde los anuncios espectaculares, la publicidad en puentes y el ruido excesivo.

 

La propuesta inicial planteaba sanciones penales, pero en comisiones estas fueron derogadas y solamente quedaron sanciones administrativas, tales como arresto hasta por 36 horas o multas de hasta 483,000 pesos.

 

 

El municipio de Puebla fue uno de los pioneros y antes de que se aprobara esta ley ya se encontraba regulado y en el Código Reglamentario Municipal hay una sanción de 36 horas de detención por alterar el orden público con ruido excesivo.

 

¿Quiénes sí han sido sancionados?

 

Durante estos 10 meses, hemos visto algunos casos en que sí se ha aplicado esta Ley de Atención y Prevención de la Contaminación Visual y Auditiva, aunque lamentablemente no ha sido de forma homogénea y constante.

 

Algunos bares y centros nocturnos se han convertido en los principales objetivos de las autoridades, pues representan mayor facilidad para una inspección y sustentar una sanción.

 

Donde queda a deber la aplicación de la ley es que dentro de este mismo giro hay negocios que a pesar de ser constantemente denunciados por sus vecinos, no han recibido sanción, y de los cuales podemos encontrar muchos casos en redes sociales.

 

Otro sector que también se ha ganado alguna sanción es el de los llamados bailes sonideros, donde han recibido multas por ruido excesivo y también por operar sin permisos.

 

Aunque ha habido casos exitosos de sanciones a bailes sonideros, en otros casos se ha documentado que estas personas se niegan a la sanción y con apoyo de algunas comunidades se blindan para evitar su clausura y, aún más, que se les imponga algún tipo de multa.

 

¿Quiénes siguen impunes?

 

Haciendo una revisión hemerográfica se pudo encontrar que se mantienen las quejas en contra de vendedores callejeros que utilizan megáfonos para anunciar sus productos o servicios.

 

Con esto nos referimos principalmente a los vendedores de gas, vendedores de tamales, personas que compran fierros viejos, entre otros, los cuales pareciera no importarles los decibeles establecidos en la ley.

 

A la fecha ninguna autoridad municipal o estatal ha dado a conocer que alguno de los vendedores de este tipo haya sido sancionado.

 

Sin duda, podemos decir que se trata de una ley positiva que representa un gran avance para mejorar los niveles de vida y reducir la contaminación auditiva, pero sin una aplicación constante y coherente muy difícilmente se puede hablar de beneficios.

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