Con la pandemia de Covid-19, uno de los principales desafíos fue la distribución de vacunas a ciertas zonas, por la necesidad de una costosa cadena de frío para su traslado y almacenamiento. Según la revista científica Frontiers, para una mejor distribución en áreas remotas de países de bajos ingresos es necesaria tecnología capaz de garantizar la estabilidad de vacunas complejas, como las de ARN, a largo plazo a temperatura ambiente. En este sentido, el desarrollo de una impresora de vacunas podría ser la solución para inmunizar a más personas y mejorar la salud pública.
Así lo menciona un comunicado del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), donde investigadores desarrollaron una impresora capaz de generar parches de microagujas para vacunar al aplicarse a la piel. Además, estos parches pueden almacenarse a largo plazo a temperatura ambiente y el diseño móvil de la impresora puede puede desplegarse en cualquier lugar y escalarse para fabricar cientos de vacunas diariamente.
Según el estudio publicado en la revista Nature Biotechnology, los investigadores probaron la impresora de parches con vacunas ARN para Covid-19 en ratones e identificaron una reacción inmune similar a la de una inyección tradicional. Adicionalmente, la misma respuesta fuerte de anticuerpos se observó con la vacuna en parche, tras estar almacenada por tres meses a temperatura ambiente.
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Aunque la composición de las microagujas se seleccionó especialmente para estabilizar las vacunas de ARN, los investigadores aseguran que los parches pueden adaptarse para contener cualquier vacuna o medicamento. En consecuencia, esta innovación podría eventualmente ampliar las capacidades de producción de vacunas y facilitar su transportación y almacenamiento a temperaturas más elevadas.
De acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), además de las zonas remotas, el acceso a la vacunación también es escaso en las zonas de conflicto. De los 25 países con las tasas de vacunación más bajas, más de la mitad de ellos mantienen conflictos armados, asegura el comité. Entre los retos que enfrentan se encuentra la falta de cadenas de frío, capacidades de almacenamiento y cortes de electricidad, entre otras situaciones agravantes.
La vacunación para la Covid-19 ha sido desigual alrededor del mundo, con tasas particularmente bajas en zonas remotas de países de bajos ingresos y en territorios con conflictos armados. Al desarrollar una impresora capaz de producir parches con microagujas, podría incrementarse la inmunización en estas regiones, al permitir la fabricación local y eliminar la necesidad de cadenas de frío para el almacenamiento. (NotiPress)
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