Cumple 15 años la hazaña fallida del cura que voló atado a 1,000 globos

Cumple 15 años la hazaña fallida del cura que voló atado a 1,000 globos

Foto: Twitter

El 20 de abril de 2008 ocurrió un suceso que ha pasado a la historia de Brasil, pues el sacerdote Adelir de Carli trató de superar un curioso reto: volar sentado en una silla durante 20 horas, impulsado por 1,000 enormes globos de fiesta. La insólita hazaña, que hoy cumple 15 años, tuvo un desenlace fatal, ya que el religioso desapareció en el océano Atlántico.

 

El hombre, de 41 años, partió del estado de Paraná con dirección a Mato Grosso do Sul. Adelir llevaba un teléfono satelital y un dispositivo GPS.

 

Inicialmente, tenía pensado viajar por el oeste, pero el viento y el mal clima lo desviaron 180° de su destino, por lo que comenzó a volar con dirección al mar. "Necesito entrar en contacto con el personal en tierra para que me enseñen cómo usar el GPS. Es la única manera en que podré transmitir mis coordenadas de latitud y longitud para que sepan dónde estoy", comunicó el padre a través de su teléfono.

 

 

El tiempo siguió pasando y la comunicación con él se perdió, el último mensaje que mandó fue la pregunta "¿están viniendo o no están viniendo?".

 

El sacerdote era conocido por su implicación en la lucha por los derechos humanos, además, constantemente denunciaba la violencia de los agentes de seguridad contra personas sin hogar en Paraguaná.

 

Adelir llevó a cabo su viaje con la intención de llamar la atención de patrocinadores para financiar un proyecto, que buscaba ayudar a los camioneros que arriesgan sus vidas en peligrosas carreteras.

 

En enero de 2008, el religioso había llevado a cabo un vuelo de casi cinco horas con la ayuda de 500 globos, trasladándose desde la ciudad brasileña de Ampere, en Paraná, hasta San Antonio, en Argentina.

 

 

Tras ser declarado como desaparecido, los equipos de búsqueda de la Marina, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Bomberos trabajaron en el océano durante semanas, pero solo hallaron algunos globos perforados.

 

Meses después, el 4 de julio de 2008, sus restos fueron encontrados en el mar, frente a la costa de Maricá, en Río de Janeiro. Las pruebas de ADN confirmaron su identidad, además, la hipótesis más aceptada indica que falleció debido a una hipotermia.

 

Su historia tuvo un gran impacto en la época, incluso a nivel internacional, por lo que se ganó el apodo del "cura volador" o el "padre del globo" y sigue siendo recordado año tras año.

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