Los impresionantes eclipses que serán visibles desde México

Los impresionantes eclipses que serán visibles desde México

Foto: Unsplash

Los fenómenos astronómicos siempre resultan llamativos por las creencias que se erigen en torno a ellos, pero también por lo poco usuales que son. Aunque algunos no son apreciables en todo el mundo, el espacio está en constante movimiento, por lo que es cuestión de tiempo para que otros eventos de esta naturaleza sean vistos desde el cielo nacional. 

 

Mañana se dará uno de los más inusuales, el denominado Eclipse Solar Híbrido, que llama la atención porque es el resultado de la interposición de la Luna entre el Sol y la Tierra. Según la NASA, solo 5% de los eventos son similares a este, por lo que distintas instituciones dedicadas al estudio del espacio, incluida la NASA, estarán al pendiente de su desarrollo. 

 

Por desgracia, este eclipse no será visible desde México ni desde otra parte del continente americano. Quienes tendrán la oportunidad de apreciar este espectáculo natural son los habitantes de Australia, la parte sur de Asia y en la Antártida

 

 

Se le llama híbrido porque es la combinación de un eclipse total de Sol y un eclipse anular, y se verá de diferente manera dependiendo la zona. Aunque no seremos capaces de observarlo desde México, esto no significa que estemos privados de futuros fenómenos de esta naturaleza, toda vez que se darán dos más en los próximos meses. 

 

El primero tendrá lugar el 14 de octubre de este año y se trata de un eclipse anular de Sol, conocido también como “anillo de fuego”. Los eclipses solares nacen debido a que las posiciones de la Tierra y su satélite, la Luna, se conjugan para que la luz del Sol esté bloqueada total o parcialmente. 

 

El singular sobrenombre del próximo suceso se debe a que es una interposición de la Luna entre el Sol y la Tierra, pero el satélite no alcanza a cubrir en su totalidad la estela de luz solar y, al ser de menor tamaño, se da la forma circular con tonalidades amarillas y naranjas por apenas unos minutos. 

 

 

La última vez que se vio uno de estos eclipses en México fue el 10 de mayo de 1994, y aunque no está lejos, hay puntos donde será apreciable con mejor visibilidad. En Campeche, Yucatán y Quintana Roo se verá totalmente el anillo de fuego, mientras que en estados como Tabasco, Chiapas, Veracruz, Puebla, Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara solo será parcial. 

 

Meses más tarde, ya en 2024, vendrá un espectáculo aun mayor con el eclipse total de Sol. En esta ocasión el movimiento de los astros es similar, pero la Luna sí bloqueará por completo la luz de nuestra estrella. Este se dará el 8 de abril y los pobladores del norte del país serán los afortunados que verán a cabalidad este fenómeno que no se hacía presente en suelo nacional desde el 11 de junio de 1991, hace casi 32 años. 

 

 

Es una oportunidad única de verlo, puesto que, según los expertos, estos fenómenos se repiten cada 375 años, a diferencia de los eclipses parciales que suelen darse cada dos años y medio. Lo que realmente se ve es la sombra de la Luna, por lo que se recomienda usar visores de protección antes de levantar la cara y verlo. 

 

Según el departamento de geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), uno de los mejores puntos para verlo será en la zona del puerto de Mazatlán, Sinaloa, iniciando a las 10:51 de la mañana y teniendo su mejor momento a las 12:07, para desaparecer a las 12:11, cuando el Sol esté en su punto más alto del cielo. 

 

En otras entidades también será visible, aunque de manera parcial, y si se desea tener una vista privilegiada, la mejor alternativa es situarse en puntos lejanos a la contaminación lumínica de la ciudad o donde polución del aire sea baja. 

 

Mitos y realidades en torno a los eclipses 

 

Estos fenómenos naturales ya han sido explicados por la ciencia en reiteradas ocasiones, pero no por ello dejan de existir creencias no sustentadas a su alrededor. Por ejemplo, algo que se volvió común en los últimos años es que la gente crea que se puede perder peso cuando pasa un eclipse. 

 

La realidad dista de eso, toda vez que las fuerzas de gravedad combinadas del Sol y la Tierra, que están alineados, terminan por alterar nuestro cuerpo. Sin embargo, aunque esto pueda dar un pequeño "estirón", no significa que hayamos pedido kilos, sino que la gravedad contrarrestó nuestra masa, solo quitando algunas decenas de gramos

 

Por otra parte, algo que se tiene en el imaginario colectivo desde hace décadas, es la idea de que las mujeres embarazadas no deben ver directamente un eclipse. La creencia es que podría ocasionar malformaciones en el nonato, enfermedades, abortos espontáneos o que incluso rascarse provocará manchas en la piel del bebé. 

 

La explicación es que sencillamente no hay ninguna relación entre los eventos del cielo y un embarazo, pues solo son minutos en los que la luz de un astro se ve modificada por la interrupción de otro cuerpo. Por esto tampoco es necesario que una mujer encinta se amarre un cordón rojo, lo mismo que en una noche de luna llena. 

 

En contraste, algo que sí es real de los eclipses, es que, cómo se dijo anteriormente, antes de salir al patio o algún lugar despejado en los momentos más fuertes del fenómeno, no se debe mirar directamente para evitar daños permanentes a la retina por quemadura. Aunque algunas personas creen que es suficiente con gafas, estas no ofrecen mucha seguridad y lo recomendable es alguna careta de soldadura de alto calibre o equipo especial de observación. 

 

Aunque no se dan cada semana, para nadie son extraños los eclipses, pero muy pocas personas saben que también se dan fuera de nuestro planeta. En nuestro sistema solar, la mayoría de planetas tienen satélites como la Tierra a la Luna, lo que permite que sus movimientos originen más de un eclipse. Durante sus trabajos de estudio en 2004, el telescopio Hubble captó un eclipse triple en Júpiter gracias a sus lunas Io, Ganimedes y Callisto

 

En las culturas anteriores a la conquista española en América, estos fenómenos eran tomados como castigos o amenazas de alguna deidad. Aprovechándose de esto, Cristóbal Colón, en medio de Jamaica en 1504, advirtió a los pobladores que, de no proveer a su tripulación de alimentos, la Luna desaparecería. Dado que en su almanaque tenía conocimiento del próximo eclipse lunar, cuando esté apareció, a los locales no les quedó más remedio que atender a las exigencias de Colón. 

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