El informe anual de Amnistía Internacional es una radiografía sobre el estado de los Derechos Humanos alrededor del mundo, dando cobertura a los acontecimientos de 156 países, en los cuales también se hacen análisis regionales y nacionales sobre cómo está el manejo del ejercicio democrático con la ciudadanía.
En entrevista para Imagen Poblana, Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas, destaca que actualmente todos los gobiernos mantienen como la única herramienta para interactuar con la población el uso excesivo de la fuerza, además, los estados han roto sus promesas de una recuperación justa, basada en el respeto fundamental de los Derechos Humanos para atender las desigualdades y los múltiples casos violencia que fueron exacerbados por la pandemia de COVID-19.
¿Amnistía Internacional logra algún objetivo?
En estas radiografías, Amnistía también ubica las oportunidades y visibilizan movimientos tanto espontáneos como movimientos de protesta; sociales; de mujeres y antirracistas que siguen generando resistencia y resiliencia frente a las múltiples formas de violaciones a los Derechos Humanos, señala Guevara.
Mario Ernesto Patrón Sánchez, rector de la universidad Iberoamericana, lugar donde se llevó a cabo la presentación de informe anual en Puebla, señala que esta realidad de violencia que azota a México se ha originado por el tutelado de una suma de poderes, tanto armados, económicos y políticos, dando como resultado la institucionalidad de un Estado socavado, invisibilizado y propiciando la exposición a entornos vulnerables para los ciudadanos.
En ese sentido, refiere que lo necesario es tener voces que diagnostiquen, rediagnostiquen; que generen procesos de exigencia y denuncia, pero también de reivindicación frente al estado y que caminen junto a las víctimas. Esto no sería posible sin actores globales que dieron pie a la agenda de los derechos humanos.
Para el rector, Amnistía Internacional abrió brecha en una metodología de acompañamiento de causas regionales, que vincula con plataformas o instituciones de carácter global, visibilizando y reivindicando la importancia de atender a toda la sociedad civil.
“Esto no hubiera sido posible sin una sociedad civil que se va fraguando, consolidando y aprendiendo en su propio devenir histórico”, indica Ernesto Patrón. Un ejemplo de estas hazañas es que México cumple 10 años de su primer marco normativo para los derechos de las víctimas.
Te interesará leer: México atraviesa severa crisis en materia de DDHH: Amnistía Internacional
“En México, vivimos ante un estado que genera un ejercicio de gobierno, donde la sociedad civil es un intermediario que incomoda, no como un actor que reivindica, exige derechos y tutela personas, pero a la vez, puede ser un aliado del propio gobierno para generar agendas constructivas, en esta pauta de reivindicación de los derechos fundamentales”, declaró.
Abonando a las acciones de Amnistía Internacional, Erika Guevara resalta que la importancia de estas investigaciones también radica en el acercamiento que hay con las poblaciones vulnerables y la posibilidad de observar el proceso de resarcimiento de tejido social, propiciando la creación de más proyectos que busquen la defensa de los derechos fundamentales.
De acuerdo con Guevara, este es una trabajo que muchas organizaciones buscan llevar a cabo, aunque eso signifique ser violentado, pues el más reciente reporte de Amnistía indica que en países como Cuba, Chile, Colombia y Perú, por lo menos 49 personas han sido asesinadas en manos de las fuerzas de seguridad simplemente por ejercer su derecho a la protesta, debido a que los gobiernos autoritarios buscan tener una simplicidad del discurso oficial, para una fácil digestión, construyendo narrativas simplistas y los movimientos sociales son elementales para contrarrestarlos.