La contaminación de los océanos es una de las problemáticas más urgentes que enfrenta el planeta. Una de las zonas más afectadas es el Pacífico, ya que la cantidad de desechos plásticos que flotan en su superficie es enorme. A pesar de esto, muchas especies han comenzado a usar esta basura como medio de transporte, además de que algunas la han tomado como un lugar acogedor para vivir.
Así lo ha revelado un estudio publicado en Nature Ecology and Evolution. La investigación se enfocó en las aguas del “continente plástico”, también denominado “Gran zona de basuras del Pacífico” (Great Pacific Garbage Patch, GPGP), un espacio marítimo lleno de desechos (bolsas, botellas, empaques, redes de pesca abandonadas y micropartículas degradadas) que se aglutinan en varias zonas.
Esta es un área que ha interesado a los científicos desde hace años, incluso, algunos estudios han revelado que puede ser nociva para varias especies, como peces, tortugas y algunos mamíferos marinos que a veces quedan atrapados ahí.
#CubaPorLaVida Ya hay vida en la basura oceánica.
— Aliosky Polo Santana (@Aliosky72982660) April 18, 2023
El Gran Parche de Basura del Pacífico ahora es tan grande y permanente que un ecosistema costero está prosperando en él. #SanctiSpíritusEnMarcha#SanctiSpíritus1 pic.twitter.com/VxzEYsUzZq
Pero la nueva investigación ha descubierto que otros organismos ven en este lugar una gran oportunidad. Los expertos extrajeron muestras de desperdicios en el noreste del Pacífico, entre California y Hawai, y encontraron 37 tipos de invertebrados originarios principalmente de países como Japón.
Más de dos terceras partes de los objetos examinados contenían especies costeras, principalmente crustáceos, anémonas de mar y espumas denominadas briozoarios. Este tipo de organismos se propagan a gran velocidad debido a que se alimentan de las capas de mucosidad formadas por las bacterias y las algas sobre los plásticos flotantes.
En este sentido, se explicó que en 2012 varios desechos plásticos habitados fueron encontrados en las costas norteamericanas, luego de haber sido dispersados por el tsunami de 2011 en Japón. Un estudio anterior señaló que estos habitantes marinos, al llegar a nuevas zonas, podrían alterar a los organismos que ya vivían ahí, por lo que hay un riesgo de que sean invasivos.
“Estas interacciones entre antiguas y nuevas especies pueden incluir tanto formas de competición por el alimento o el territorio, e inclusive la depredación”, explicó Linsey Haram, autora principal del estudio. A pesar de esto, la científica indicó que aún son necesarias más investigaciones para entender si la llegada de estas especies es “más o menos positiva o negativa”.
“Recuerdo que la primera vez que Jim (Carlton, coautor del estudio) y yo sacamos un trozo de plástico y vimos el nivel de especies costeras presentes, nos quedamos alucinados”, dijo Haram.
“Lo que es nuevo, la parte ‘neo’ de eso, es que ahora, probablemente debido a los plásticos, estamos viendo especies costeras y estas especies pelágicas nativas juntas, interactuando con bastante frecuencia en los desechos”, agregó.
Si se mantiene el ritmo actual en materia de producción y gestión de desechos, el ambiente natural y los basureros podrían llegar a albergar hasta 12,000 millones de toneladas de desechos plásticos de aquí a 2050.