![Evita los gastos innecesarios y mejora tus finanzas con estos consejos](https://imagenpoblana.com//medios/diario/20230417/244940_large.jpg)
El escenario económico en la actualidad hace que las personas sufran complicaciones en sus bolsillos. Muchas de las necesidades esenciales, como la canasta básica, se han vuelto más difíciles de solventar. Aún con esto, hay más de un gasto que la mayoría de la gente hace, incluso si este sobrepasa su capacidad de pago y presupuesto.
México vive un contexto en la economía muy adverso, ya que actualmente el país tiene una inflación que asciende al 6.9 % hasta marzo pasado. Esto encarece los productos más importantes y, sumado a una mala administración y estancamiento de sueldos, hace que la mayoría de las personas tengan urgencias constantemente.
Según la Universidad Iberoamericana, los poblanos utilizan más de la mitad de sus sueldos en cubrir las necesidades alimenticias personales, puesto que no alcanzaba para las de un hogar completo u otros requerimientos de una casa. Si bien esto es un problema notable, se podría aminorar si se suprimieran ciertas facturas que no son de prioridad.
Por ejemplo, en múltiples casas, es común que se tenga al menos una suscripción a plataformas de entretenimiento, entiéndase Netflix, Spotify, HBO Max, Disney+ o Prime Video, entre otras. En promedio, para tener una cuenta de estas empresas se debe pagar entre 100 y 150 pesos al mes en sus modalidades más básicas. Equivale a más de 1,000 pesos cada año, una cifra que no parece tan considerable, aunque si se le agregan más de una contratación a la vez, se hace más y más grande, lo que termina por mermar en la economía familiar.
Los empleos en la actualidad demandan mucho de las personas, por lo que no tienen el tiempo de prepararse sus propios alimentos y recurren a comprar en cadenas de comida rápida o mediante aplicaciones de reparto. Estas últimas resultan excesivamente caras, toda vez que los precios se elevan 30 %, o algunas más, para que sean llevadas hasta la puerta de tu casa.
Un alimento que pudiera costar 200 pesos en mostrador, se puede elevar más de 100 pesos con el cobro por el servicio de reparto y si se le da propina al trabajador, el monto es aún más grande. Pedir a domicilio constantemente es más perjudicial si la liquidez del usuario no da para ello.
Por otra parte, comer en un restaurante tampoco es garantía de que la cuenta será más barata, ya que hay comercios donde un vaso de café puede ser bastante costoso, lo mismo que una comida. Aquí también aparece el cobro de los servicios por aquellas personas que se encargan de cocinar, lavar vajillas o llevar la comida a la mesa, aunque en ningún lugar y bajo ninguna circunstancia es obligatoria la propina, hay lugares que ya ponen el importe en los platillos.
Durante fechas como el 14 de febrero, en San Valentín, las parejas sacan la cartera con el afán de dar a sus enamorados un regalo memorable. Aunque se hace con buenas intenciones, la mayoría de los productos más representativos de la fecha, como las flores, peluches y globos, incrementan sus precios. Una docena de rosas rojas llega a verse en 250 pesos o más, por lo que comprar más de una es más impactante para los poblanos.
La socialización y el ocio son parte del día a día de la gente y constituyen una forma en que las personas se distancian de los problemas de una jornada laboral. Esto puede ser dañino para las finanzas personales porque una noche de copas llega a ser cara si no hay control en el consumo de alcohol.
Ya sea de whisky, tequila o mezcal, hay bebidas cuyo valor oscila entre los 700 a más de 2,000 pesos. Beber en exceso representa un riesgo por todas partes, ya que se dan afectaciones a la salud a largo plazo, lo que supone un desembolso que pudo evitarse.
Comprar ropa es, para muchas personas, más que una necesidad, un hábito caro si se acude a cadenas comerciales que tienen precios elevados. Las tiendas de fast fashion a menudo ofrecen productos vistosos cada temporada, pero si se adquieren, hay que pensar si es estrictamente necesario y si se usarán más de una vez.
La falta de organización hace que la gente no esté a tiempo para sus labores diarias, ya sea trabajo o regreso a casa. Como resultado, recurren a los taxis para moverse más rápido a sus destinos, usando las unidades tradicionales o con aplicaciones que suben sus tarifas en momentos de alta demanda o con los cambios del clima. Valerse de ellas con frecuencia es un gasto que podría cubrirse de otra manera, principalmente con otras formas de movilidad.
Finalmente, las tarjetas de crédito son herramientas que se deben aprovechar en situaciones de urgencia o como última instancia. Verlas como un monto más de dinero para usarse en cualquier momento es un error, pues al retirar efectivo con ellas o comprar cosas, imponen intereses y comisiones que hacen que el monto original se eleve.
Cómo hacer que el dinero rinda más
Si se tienen complicaciones, hay una serie de consejos que se pueden seguir para mejorar la situación. El primer paso es adherirse a la realidad en que se vive, con el sueldo que se percibe y las limitaciones que esto implica. Hay que apegarse al presupuesto y delimitarlo conforme a los gastos que se tienen para evitar salirse y generar más conflictos. Antes de cada compra, hacer los cuestionamientos de que tan imprescindible es el producto en cuestión y analizar si es acorde al presupuesto.
La planificación va más allá de lo que ingresamos, pues las restricciones son importantes para sanear el bolsillo. Una forma de llevar a cabo esto es con la elaboración de una lista donde se pongan los gastos de primera necesidad para así ver cuánto dinero requieren y cómo cumplirlos sin pedir préstamos o usando créditos.
Para que el dinero alcance, se puede hacer una “limpia” de todo lo que no es vital. Como ya se mencionó, las suscripciones o uso de aplicaciones de reparto y transporte se pueden eliminar con mejor organización o estudiando qué tanto provecho se les va a sacar. ¿Cuántas películas se van a ver cada mes?, ¿me puedo preparar algo yo?, o ¿qué tan importante es la plataforma?
Por último, tener más fuentes de ingresos no es sinónimo de poder darse más lujos. Ya sea porque se otorgó un aumento en el trabajo o se consiguió un segundo empleo en los tiempos libres, resulta relevante usar ese dinero para ahorrarlo o invertirlo en pagar otros gastos antes que comprar más artículos innecesarios.