La nueva compañía se llama X.AI y fue abierta en el estado de Nevada el pasado 9 de marzo, según reportó el 'Wall Street Journal'.
De acuerdo a lo informado por el diario estadounidense, la empresa de Musk busca entrar en el negocio de la inteligencia artificial con el objetivo de competir con OpenAI, compañía que en los últimos meses lanzó ChatGPT y GPT-4, sistemas de última generación capaces de crear textos altamente sofisticados y mantener extensas conversaciones.
Según el WSJ, X.AI está dirigida por Musk, mientras que el director de la oficina familiar del magnate, Jared Birchall, aparece en los documentos legales como su secretario.
Recientemente, Twitter, empresa que Musk compró el pasado año, cambió su nombre legal a X Corp, y el magnate ha manifestado en numerosas oportunidades su deseo de lanzar una app de usos múltiples que se llame X.
El diario estadounidense revela además que el empresario de origen sudafricano ha estado reclutando potenciales investigadores de inteligencia artificial para sumarse a su nueva compañía, y menciona a Ígor Babuschkin, científico del laboratorio de inteligencia artificial DeepMind, propiedad de Alphabet Inc., como una de sus nuevos fichajes.
Musk fue uno de los cofundadores originales de OpenAI en 2015, pero tres años después dejaría la compañía y se convertiría en un crítico del desarrollo de estas tecnologías y especialmente del sesgo político de sus algoritmos.
De hecho, el mes pasado, el empresario firmó una carta junto a cientos de ejecutivos tecnológicos, expertos e investigadores pidiendo una pausa de seis meses en el desarrollo de la inteligencia artificial.
"La IA avanzada podría representar un cambio profundo en la historia de la vida en la Tierra, lo cual debe planificarse y administrarse con el cuidado y los recursos correspondientes. Desafortunadamente, este nivel de planificación y gestión no está ocurriendo", decía la misiva.
"En los últimos meses, los laboratorios de IA han entrado en una carrera sin control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie, ni siquiera sus creadores, pueden entender, predecir o controlar de forma fiable", advertía Musk junto al resto de los firmantes.