Mientras que la mayoría de las grandes empresas que con el paso de los años han tenido que adaptarse, tanto en sus modelos de distribución como de ventas, Tupperware pareciera haberse quedado en la década de los 50 y atraviesa por una crisis que ha pasado de ser generacional a económica.
La marca con más de 70 años de antigüedad ha entrado en una grave crisis económica luciendo un futuro incierto debido a las bajas ventas que presenta y que podrían llevarla a una inminente quiebra, situación que ha sorprendido a muchas personas que tienen alguno de sus productos en sus alacenas.
De acuerdo con varios expertos, el problema de Tupperware se ha ido agudizando durante los últimos años, principalmente porque sus directivos no lograron adaptar la empresa a los cambios generacionales de sus clientes y en la actualidad no han logrado conectar con la población económicamente activa.
En sus inicios, Tupperware se hizo famoso por ser un modelo de negocio que permitía a las amas de casa convertirse en vendedoras y distribuir los productos de esta marca entre sus vecinas, amigas y otros familiares, principalmente a través de las llamadas "Fiestas Tupperware".
La calidad de sus productos nunca ha estado en tela de juicio, incluso ahora que su futuro luce incierto, pero dicha calidad está ligada también a un precio elevado, lo cual hace que muchas personas opten por comprar contenedores de plástico que sean más económicos, tomando en cuenta la situación económica actual.
A diferencia de otras marcas, Tupperware tampoco se puede conseguir en algún centro comercial y carece de tiendas físicas, incluso se ha visto lenta en agilizar su proceso de venta en línea, contribuyendo al colapso de sus ingresos que actualmente los tiene al borde de la quiebra.
Los especialistas apuntan a que no solamente Tupperware es poco atractivo para el público joven, sino que incluso se ha quedado rezagado entre las personas que la consumían hace 30 años, principalmente porque muchos de sus productos estrella se han mantenido iguales por décadas.
La empresa también enfrenta otro reto, el aumento de productos reutilizables o de varios usos que han poblado el mercado y que en algunos casos ofrecen precios más económicos que los de Tupperware.
Asimismo, destaca el hecho de que la fuerza laboral de la empresa, las amas de casa, ahora debe de recurrir a otro tipo de ingresos más altos para poder aportar ingresos a su familia, por lo que la comercialización de recipientes puede no ser suficiente para ellas.
Es así que el futuro de la marca luce incierto y algunos consideran que podría ser demasiado tarde para rescatar la empresa; sin embargo, un sector más positivo considera que el reconocimiento que tiene Tupperware como marca podría ser suficiente para abrirse a nuevos mercados como Walmart o incluso Amazon.