Desde 2014, empresas espaciales privadas han invertido alrededor de 269 mil millones de dólares, de acuerdo con Space Capital. Casi la mitad del total, ha sido destinado a empresas estadounidenses, mientras que el 29 por ciento se invirtió en compañías chinas.
Sin embargo, no es la primera vez que la humanidad se encuentra en una carrera especial. Durante el periodo de la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética lucharon por el dominio del espacio, invirtiendo 60 mil millones de dólares solamente en el país americano.
En este lapso, se registraron hitos históricos, tales como la llegada del primer ser vivo a la órbita, con el perro Laika, o el alunizaje de la misión Apolo 11, por parte de Estados Unidos. Actualmente, las modernas tecnologías y modelos de negocio, han creado una nueva carrera espacial, la cual ha representado un auge en los vuelos espaciales. A diferencia de la carrera espacial del Siglo XX, la actual está configurada principalmente por empresas no estatales, tales como Blue Origin, Boeing, SpaceX, Airbus, Rocket Lab, entre otras.
En 2002, el sudafricano Elon Musk fundó SpaceX, quien actualmente es el líder en número de lanzamientos de naves espaciales, lanzó 61 misiones espaciales. Asimismo, es conocida por sus vuelos de suministro a la Estación Espacial Internacional, a la cual en mayo de 2020 llegó el primer vuelo tripulado de la compañía. Por su parte, China ha apostado tanto por el sector público como privado, pues en la última década se han constituido 78 empresas especiales comerciales, según el Instituto de Análisis de Defensa, una corporación sin ánimo de lucro de Estados Unidos. La gran mayoría de estas compañías se dedican a la fabricación de satélites y a servicios de lanzamiento.
Galactic Energy construyó el cohete Ceres, con el cual ofrece servicios de lanzamiento rápido para cargas útiles individuales. Por su parte, la empresa i-Space se convirtió en el 2019 en la primera compañía china en llegar al espacio con su Hyperbola-1. Tanto SpaceX como i-Space han apostado por reutilizar los impulsores de primera etapa al ser capaces de aterrizar verticalmente. Lo anterior, permitiría a las empresas ahorrar costos y tiempos de manufactura, con lo cual los vuelos comerciales al espacio se podrían hacer una realidad.
Países como Singapur, Gran Bretaña e India también se han sumado a la carrera especial, representando el 5.1, 4.3 y 2.8%, respectivamente, de la inversión total. En 2020, la industria espacial global generó ingresos de 350 mil millones de dólares, pero para 2040 podría alcanzar hasta un trillón de dólares. (Notipress)