A medida que pasan los años, el uso de trajes típicos de diversas regiones de Puebla se ha perdido, en parte por el nulo interés de los más jóvenes, pero también gracias a la llegada de nuevas tendencias a diferentes localidades. Pese a esto, se trabaja desde múltiples frentes para preservar y proteger la elaboración de estas indumentarias.
En entrevista para Imagen Poblana, el director de Cultura del Municipio de Izúcar de Matamoros, Milton Andrés García Anaya, declaró que, desde su contexto, se ha percatado de varios motivos por los que las nuevas generaciones no se sienten atraídos a seguir con las tradiciones de vestimenta.
Milton Andrés, antropólogo de formación, explicó que el valor de la ropa típica se ha rezagado porque las personas que más lo resguardan, los adultos mayores, ya están muriendo, teniendo como un parteaguas el inicio de la pandemia. Afirmó que, durante estos años, la población de la tercera edad ha sido de las más vulnerables, por lo que muchos de ellos perecieron durante este periodo.
A esto se suman las dificultades económicas a las que se enfrentan para seguir fabricando los trajes. Además, hay complicaciones para preservar otro tipo de artículos, como los característicos aretes de moneda, ya que sus poseedores se ven obligados a venderlos o empeñarlos para solventar sus necesidades diarias.
En otro tema, el uso de estas prendas para hombres estaba pensado originalmente para las labores del campo. En zonas donde el clima es caluroso, la prioridad era que la ropa fuera fresca y diera comodidad para trabajos como la recolección de la caña de azúcar o el maíz, actividades características de la demarcación. Mientras estas dejan de practicarse, la necesidad de esta indumentaria se vuelve obsoleta.
Finalmente, reconoció que un detonante más del desuso de los trajes típicos es porque en el municipio, que recibe a visitantes de diferentes partes del estado y el país, ha visto la llegada de nuevas modas que terminan desplazando a las costumbres locales.
“Las nuevas modas y toda esta cuestión de la globalización llegó a afectar a Izúcar de Matamoros, y también las nuevas generaciones no tuvieron el interés de rescatar este tipo de indumentarias. La mayoría se quedó solo con los abuelos y, lamentablemente, han ido falleciendo. Todavía se pueden ver en algunas ocasiones, sobre todo en las personas adultas, pero cada vez es más escaso”, manifestó nuestro entrevistado.
En años recientes se ha visto que tiendas de cadena, como Zara, se apropian de los diseños originarios de diferentes partes del mundo. Ante estas situaciones, Milton recuerda que, desde el Senado de la República, Susana Harp ha trabajado para proteger la propiedad intelectual de las comunidades indígenas y pueblos afromexicanos, por lo que trabajan en coordinación para evitar el hurto de los diseños.
Rescate de trajes típicos en Izúcar
Gracias al trabajo de investigación histórica y antropológica en Izúcar de Matamoros, recientemente se incorporaron trajes nunca antes vistos de la época prehispánica. Estos eran los más usados por la gente de los 14 barrios del municipio, un total cuatro trajes que son parte de la cultura e identidad local.
Los 14 barrios se dividen en siete orientales y siete occidentales, y cada una posee sus propias características y peculiaridades. En ellos se reparten las vestimentas, entre las que destacan las de mujeres. Se componen de un faldón largo con huipil, un rebozo de bolita hecho de seda y, como aditamento, aretes de moneda que, como su nombre lo dice, están hechos con monedas antiguas y que solían ser portadas por las personas barriecas.
En contraparte, los de hombre son más sencillos en su hechura, ya que no llevan tantos adornos. Simplemente son trajes de manta que constan de dos piezas y una faja para la cintura. Esto responde al clima del municipio, principalmente caluroso. Por su parte el traje de tecuanes consta de dos piezas de manta a las que se integra una piel de venado, parte de la fauna silvestre de la demarcación.
El director de Cultura sostiene que antes de los trabajos de rescate los trajes no eran conocidos mediáticamente. Asegura que los únicos registros que se tenían eran gracias a los relatos de ancianos o fotografías antiguas, pero ninguna evidencia física como la que hoy se tiene. La primera intención es que estos trajes se puedan exhibir en el Museo Cuna del Ejército Mexicano, por lo que la hipotética comercialización dependerá de lo que dispongan las artesanas involucradas en la fabricación.
“Cuando las personas mayores lo pueden ver, las personas que colaboraron con la investigación, hasta las lágrimas llegan del recuerdo que da de que así se vestían sus abuelos y sus mamás. Se podría decir que es el traje típico principal”, comentó Milton García. Ahondó en que hay otros que son referentes a sus danzas y carnavales de huehues, que se distinguen de los de la capital por ser más sencillos y sin tantos artilugios, pero sí muy coloridos. Son parodias de los hacendados de azúcar aledaños a Izúcar.
Finalmente, reiteró que en Izúcar se cuentan con más artesanías que también distinguen a la zona. Entre estas está el árbol de la vida o barroco licromado, que es el más comercializado y reconocido a nivel internacional. A esto se suma la cera escamada y la artesanía con cucharilla y flor de cacalosuchil, todas declaradas patrimonio cultural del estado por el Congreso desde 1998 y aún usadas en rituales y ceremonias nupciales.