Los fiscales franceses están investigando la contaminación por plomo provocada por el incendio ocurrido en 2019 en la catedral de Notre Dame en París, informó este miércoles el canal de televisión local BFMTV.
"Se investiga la contaminación por plomo tras el incendio de la catedral de Notre-Dame de París. Un juez de instrucción llevará a cabo las investigaciones", anunció el medio.
Los vecinos de la localidad presentaron una demanda contra las autoridades por la ineficacia de las medidas destinadas a prevenir el envenenamiento por metales, recordó la cadena.
"Exigimos que la investigación se lleve a cabo rápidamente y que se identifique a los responsables de la intoxicación de los niños que estudian en las escuelas o viven cerca de Notre Dame y de los trabajadores que estaban en riesgo en el sitio de la construcción", dijo Francois Lafforgue, abogado de la parte civil del juicio, citado por el canal.
En la construcción de la catedral de Notre Dame fueron usadas toneladas de plomo que durante el incendio se fundieron y se propagaron por el aire, volviéndolo tóxico.
En el verano de 2019, las autoridades decidieron cerrar temporalmente el acceso a la plaza cercana a la catedral para limpiar la zona de restos de plomo.
En mayo de 2021, la prefectura de policía de París volvió a cerrar de forma temporal la plaza frente a Notre Dame a causa de la muy alta concentración de plomo que se seguía registrando alrededor de la catedral.
En la noche del 15 de abril de 2019, un devastador incendio se desencadenó en la catedral parisina de Notre Dame, el monumento histórico más visitado de Europa.
Los bomberos y los voluntarios que participaron en la extinción del incendio lograron salvar las principales reliquias y obras de arte que se encontraban en la catedral pero las llamas destruyeron la mayor parte de la estructura y provocaron el colapso de la aguja.
La Fiscalía de París descarta la hipótesis criminal del incendio y baraja entre las causas probables un cigarrillo botado sin apagar o un problema de electricidad.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, planteó en 2019 la ambiciosa tarea de reconstruir la catedral en cinco años, aunque muchos expertos consideraban que las obras podrían prolongarse por unos diez o quince años.