El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente y la primera causa de muerte en mujeres, de acuerdo con la Secretaría de Salud. En 2020, se detectaron 29 mil nuevos casos y se registraron siete mil 931 muertes.
Con una mortalidad de 10.6 por cada 100 mil, especialistas indican que con un diagnóstico temprano los pacientes pueden tener una ventaja en el tratamiento. Sin embargo, el cáncer de mama suele ser detectado después de que los síntomas surgen, pero muchas mujeres no llegan a detectarlo, según la Asociación Americana de Cáncer.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una detección temprana mejora la supervivencia, disminuye la morbilidad y reduce el costo de la atención. Angélica Concepción Cruz, asesora médica para el área de oncología en Lilly México habló con NotiPress sobre la importancia de la detección temprana.
Si se detecta el cáncer de mama en la etapa uno, y se aplican los tratamientos adecuados, las pacientes mejoran su oportunidad de vida en cinco años un 90 por ciento. Sin embargo, en la etapa cuatro, y aplicando el tratamiento, la oportunidad se reduce a un 20%, de acuerdo con la asesora médica.
En ese sentido, se necesita un programa de detección temprana eficaz, de acuerdo con la OPS. Antes de realizar estudios clínicos, lo primero que se debe de hacer es implementar una educación para concientizar sobre la salud mamaria. Esta concientización debe de ser promovida por la salud pública y profesional médica al difundir los factores de riesgo y síntomas del padecimiento.
Según lo mencionado por Cruz, los principales riesgos de padecer cáncer de mama son:
Ser mujer
Antecedentes familiares con cáncer
Uso de tratamientos hormonales
Asimismo, la OPS recomienda la exploración clínica de las mamas por parte de un proveedor de asistencia sanitaria capacitado. Esta herramienta incluye la exploración física de las mamas y axilas para conocer la atención de salud mamaria de la paciente.
La autoexploración mamaria también es un método recomendado por diversos especialistas. En esta ocasión, la propia mujer palpa sus senos para buscar cambios, bultos, pliegues o hinchazones.
Por ello, si se siente un bulto de nueva aparición, alteraciones en la piel del complejo areola-pezón, hundimiento de alguna parte de la piel o aparición de algún bulto en la axila, se debe acudir al médico. Asimismo, si se detectan asimetrías respecto a la otra mama, secreción por el pezón o aparición de celulitis subcutánea, será necesario descartar el padecimiento de la enfermedad.
Sin embargo, actualmente solamente se tiene una única prueba fiable, la cual es la mamografía. (NotiPress)