Estados Unidos es el país con más tornados en el mundo, pero ¿qué pasa con México?

Estados Unidos es el país con más tornados en el mundo, pero ¿qué pasa con México?

Foto: Wikimedia Commons

Cada año, en el mundo, se ven numerosos fenómenos climáticos, entiéndase huracanes, tormentas o lluvias que devienen en inundaciones o vientos torrenciales. En este sentido, Estados Unidos sobresale por la cantidad de tornados que se originan ahí, llegando a contarse por miles y, aunque estos pasan en todo el mundo, en el país del norte es donde se dan más.

 

Los tornados son grandes pilares de aire que tienen movimientos rotatorios, en ocasiones con vigor moderado, pero en otras tantas con mayor violencia. En promedio consiguen anchura de 75 metros y vientos de 65 a 180 kilómetros por hora (km/h), aunque los más grandes se expanden a más de 1,000 metros con ráfagas superiores a los 400 km/h.

 

Su tiempo de vida varía dependiendo el tipo, algunos con duración de apenas unos minutos, otros con lapsos de horas y recorridos kilométricos en los que dañan viviendas e infraestructura, incluso, llegando a matar personas.

 

La temporada con más intensidad de tornados en suelo estadounidense empieza con la aparición de climas tropicales, siendo junio el mes de más afluencia. El año pasado, entre los meses de marzo y julio fue cuando más sucedieron y, tan solo en los diez días con más tornados sumaron 543, siendo el 30 de marzo el día que más se vieron, con 84 en total. En el 2022, se acumularon más de 1,100 en EU. Texas, Oklahoma, Nebraska, Kansas y Florida son los estados donde se registraron en mayor cantidad.

 

 

No son un desastre natural exclusivo de dicha parte del mundo, pues ocurren incluso en países del hemisferio sur, como Australia, pero, ¿con qué frecuencia se dan en México? Según el Departamento de Geografía Física del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las tormentas rotativas se han registrado desde la época de la conquista en suelo nacional.

 

Se pueden dar dos tipos diferentes de tornados, los supercelda o supercélula, los más densos y conocidos que llegan a prolongarse por varias horas y tienen vórtices grandes con corrientes de aire tan fuertes que destruyen edificaciones y provocan precipitaciones y caída de granizo. De otro lado, están los no-supercelda, con un grosor inferior, corrientes de aire más ligeras y duración de unos minutos.

 

Las dos categorías se hacen presentes en México, primordialmente en los estados del norte como Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León por compartir condiciones climatológicas similares a las de Estados Unidos; no obstante, también hay incidencia en la zona céntrica, en entidades como Tlaxcala, Estado de México, Puebla y la Ciudad de México, aunque en estas demarcaciones son más normales los no-supercelda.

 

De acuerdo con datos de la UNAM, entre marzo y octubre es cuando acontecen más de estas tormentas, alcanzando hasta 50 en este periodo de tiempo, con mayor incidencia entre los meses de mayo a agosto.

 

Mezcla de condiciones ambientales

 

La ocurrencia de tornados se debe a la combinación de diversos factores ambientales, principalmente de temperatura y viento. Es necesario que las superficies sean esencialmente cálidas y, a medida que se incrementa la altura, debe haber más frío. Una corriente de aire fría y seca se encuentra con una caliente y húmeda en horizontal.

 

El viento caliente se ubicará debajo del frío y, acto seguido, empezará un proceso en que ambas corrientes irán de arriba a abajo en una forma de cilindro que rota. Mientras más tiempo transcurra, este curso se intensificará y ganará velocidad. Conforme las corrientes siguen este procedimiento, el aire se adaptará a una forma vertical que asciende y también se acerca al suelo hasta hacer contacto.

 

Cuando esto ocurre es que se da la particular forma de los tornados en un cono que ya habrá obtenido más velocidad e iniciará su función de absorción que levanta objetos. Si es de un tamaño menor, aspirará laminas o elementos de poco peso; en cambio, si es un supercélula, será capaz de levantar autos, techos de casas o personas.

 

Estas condiciones se conjugan en gran parte del territorio estadounidense, principalmente al sureste en las zonas desérticas y próximas a las costas, por lo que son más comunes en el cono norte del continente.

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