La boca es una de las partes de nuestro cuerpo a la que más le debemos prestar atención, ya que las caries pueden salir en los descuidos más pequeños. Independientemente del tipo de alimento que se ingiera, más allá del contenido de azúcar, hay comidas que se asocian con el detrimento de la salud bucal.
Es bien sabido que los alimentos con altas dosis de azúcares provocan caries y acidez en la boca, pero otros, que se creen son benéficos, resultan dañinos para los dientes, pues los debilitan. Es por esto que se recomienda consumirlos en cantidades moderadas y, de ser posible, suprimirlos completamente.
Una dieta con deficiencia en nutrientes también provoca daños o infecciones en las encías por los almidones y carbohidratos, deteriorando el esmalte dental. Los problemas derivados de esto pueden requerir tratamiento odontológico especializado para compensar el daño.
Referente a los almidones, con frecuencia la gente tiene en su alimentación cotidiana las pastas y sopas. La problemática con es que se adhieren con sencillez a los dientes, auspiciando la salida de caries y agravio al esmalte. En estos también se puede incluir otros como el arroz y las papas.
Uno de estos alimentos más nocivos son los helados, hielo o paletas congeladas. Al ser tan duro, intentar mascarlo agrieta el esmalte, provocando que los dientes se expongan fácilmente. En consecuencia, se incrementa la sensibilidad dental, se pueden dar cortadas o sangrados al interior que deviene en infecciones y, finalmente, lesiones en la encía.
Algunas frutas, si bien son saludables para el cuerpo, en la boca incrementan las rupturas en el esmalte, principalmente las más duras como manzanas o zanahorias, pero también los frutos secos como cacahuates y almendras. De igual forma, si la persona que las come ya cuenta con algún implante o prótesis bucal, la dureza de estas frutas los estropea.
En una fiesta, cumpleaños o reunión, es común que se dé pastel como parte de la celebración. Ya se sabe que tienen calorías, pero también son desfavorables, una vez más, por la azúcar que requiere su elaboración. Al meterse entre los dientes, el dulce y otras comidas se quedarán atoradas en las encías, haciéndolas más difíciles de eliminar.
No todo son alimentos, ya que también hay bebidas que, por su acidez o aporte de azúcar, son perjudiciales para la salud de la boca. Refrescos, jugos ácidos, bebidas energéticas y otras con aditamentos gaseosos son las que más se deben evitar para preservar un buen estado bucal.
Los efectos de tomarlas son, en primera instancia, la aparición de caries y debilitamiento del esmalte, además de que el azúcar y el ácido favorecen la acumulación de bacterias. Finalmente, la erosión es otra inferencia, pues el bajo esmalte estimula la hipersensibilidad y los dolores en las encías, ya que este no se regenera ni con la ingesta de comida dotada de calcio.
En el mismo sentido, el café, una bebida consumida por el grueso de la población en las mañanas y que tiene propiedades antioxidantes, es igual de pernicioso. En esta ocasión el daño no está orientado a las caries, sino a la resequedad que provoca en la boca, propiciando manchas en los dientes y color amarillento. Esto dependerá de las cantidades que se ingieran diariamente, con la variable de que esto es específicamente superficial, por lo que un tratamiento de blanqueado sirve para revertirlo.
Finalmente, el alcohol tiene secuelas en la boca por la deshidratación que genera, lo que impide la producción de más saliva y, a su vez, incrementa las posibilidades de infección y caries. A la larga también aparece el cáncer en la boca, uno de los más dolorosos por el sufrimiento al momento de comer.
De manera contrastante, hay otra clase de alimentos que ayudan a fortalecer la salud bucal, entre los que se enlista la leche y sus derivados por el refuerzo a la superficie de los dientes y sus porciones de calcio. Las gomas de mascar sin dulce o colorantes ayudan a mantener la higiene después de las comidas diarias y aumentan la producción de saliva. Verduras como el apio ayudan en la eliminación de la placa bacteriana, además de que remueve restos de comida.
Como prevención, se recomienda lavarse diariamente los dientes después de cada comida, además de acudir con regularidad a un especialista en salud bucal y evitar el consumo frecuente de los alimentos mencionados.