Si alguna vez mientras hablabas sobre algo en particular, tomaste tu celular y la primera aplicación que abriste te arrojó publicidad sobre dicho tema, seguramente te preguntaste si Google o el gobierno te espían; la respuesta rápida es sí, pero no de la forma en que piensas. Seguramente autorizaste que alguna app pudiera hacer uso de tu micrófono y no te diste cuenta.
Las empresas suelen hacer uso de trackers o rastreadores, que son pedacitos de código que están dentro de las aplicaciones o servicios y que rastrean nuestra actividad para poder generar un perfil y ofrecer anuncios.
Su función es rastrear el tipo de contenido que consumimos y el que está relacionado, las publicaciones en las que hacemos clic y hasta los lugares que llegamos a visitar. Si has notado que la publicidad que ves al entrar en alguna aplicación está relacionada con lo que se habla cerca del teléfono, es buen momento para comprobar qué aplicaciones tienen permiso para acceder al micrófono de nuestro celular.
Cuando instalas una app es normal que solicite ciertos permisos, aunque en la mayoría de las ocasiones, los permisos solicitados no tienen mucha relación con el uso que le damos. Esta puede ser la puerta que deja que el algoritmo reciba información de nuestros consumos.
La creencia popular dice que literalmente persona escucha nuestras conversaciones, y aunque Google admitió hace unos años que el 0.2% de las conversaciones son escuchadas por expertos en lingüística para mejorar la detección de comandos, los trackers utilizan inteligencia artificial y machine learning, una forma de la IA que permite a un sistema aprender de los datos en lugar de aprender mediante la programación explícita.
En cuestiones legales, en México no hay ley o regulación que pueda amparar a los usuarios en la protección de datos, por ello es recomendable revisar términos y condiciones de cada aplicación para conocer el uso que le darán a la información y, si no es para el optimizar la experiencia en la aplicación, no es recomendable otorgar todos los permisos a una app, en especial los de localización, micrófono y cámara.
Algoritmo de posicionamiento de Google
Ahora, toda la información que se recibe a través de las lecturas de consumo, así como datos personales, son resguardados en los servidores de Google, con esto es alimentado el algoritmo de búsqueda de Google Search, que es el proceso que dicha empresa usa para ordenar el contenido que recibes creando factores de posicionamiento.
Este algoritmo cambia constantemente. Google lanza actualizaciones al menos seis veces al día con tal de mantener actualizada la AI. Este resguardo de datos ha sido criticado por los malos usos que puede tener; sin embargo, gran parte sigue siendo usada para optimizar los motores de búsqueda con base en factores como los sitios con mayor afinidad al tema que buscas, las tendencias del momento, menciones de palabras clave y la experiencia del usuario
Estos datos son usados en publicidad digital y resultan elementales para la construcción de alguna estrategia de posicionamiento en Google, Bing e incluso YouTube, permitiendo leer e identificar los contenidos de manera más eficiente.
Esto se logra mediante la optimización para motores de búsqueda o SEO, por sus siglas en inglés, “Search Engine Optimization” y “Search Engine Marketing” o SEM. El primero logra que diversas páginas se acoplen de manera orgánica a los consumidores y el segundo utiliza inversión, siendo utilizado en mayor medida por grandes empresas o generadores de contenido.