La décima protesta nacional contra la reforma de pensiones aprobada en Francia empezó en París por la convocatoria de los sindicatos.
Varias decenas de miles personas participan en la manifestación actual, en protesta contra la reforma aprobada a pesar de los reclamos de los sindicatos, de la población y la falta del apoyo de los diputados.
"Seguiremos hasta que se cancele la reforma de pensiones. (El presidente Emmanuel) Macron está al borde de un colapso, lo que se confirma por la cancelación de la visita del Rey británico", declaró a Sputnik Aurélien Le Coq, representante del partido Francia Insumisa.
Agregó que el ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, "aumenta el nivel de violencia" al ordenar "usar gas contra la multitud".
La víspera, Darmanin anunció que 13.000 policías van a supervisar las protestas contra la reforma previstas para el 28 de marzo, incluidos 5.500 en París.
La reforma de las pensiones prevé elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años, una medida a la que se opone gran parte de la población. Las autoridades planean retrasar la edad de jubilación de forma gradual: tres meses al año a partir del 1 de septiembre de 2023, hasta alcanzar los 64 años en 2030.
Presentado en enero pasado, el plan gubernamental detonó una oleada de protestas que no cesan hasta hoy.
El pasado 16 de marzo, el presidente Emmanuel Macron ordenó a la primera ministra Élisabeth Borne activar el artículo 49.3 de la Constitución, que permite adoptar una ley sin voto. Varios días después, Macron señaló en una reunión con los diputados de su partido que "la muchedumbre no tiene legitimidad", a diferencia de "las personas que se expresan a través de sus representantes electos.
