Las plataformas de transporte ejecutivo se han convertido en uno de los medios favoritos de muchos usuarios, no solamente porque en algunos casos son más baratos que un taxi convencional, sino también por la supuesta seguridad que ofrecen al tener un control sobre los conductores de las unidades.
Sin embargo, este precepto podría verse vulnerado con el supuesto mercado negro de venta y renta de cuentas para socios conductores de las plataformas más populares del país, como son Uber y DiDi.
Uber concentra 75 % del mercado actual del transporte de plataformas en México, de ahí que sean no solamente los favoritos de los clientes, sino también de las personas que buscan trabajar como conductores.
En internet hay varios comunicados emitidos por la empresa Uber donde se explica que solamente 12 % de las personas que aspiran a trabajar como socios conductores logran acreditar todos los filtros de seguridad, esto quiere decir que prácticamente nueve de cada 10 no lo consiguen.
Esto puede llevar a que muchas de las personas rechazadas busquen una alternativa para poder entrar a este modelo de negocio, a pesar de que en los últimos años muchos de sus socios se quejan porque ya no es igual de rentable que cuando comenzó a operar.
Es ahí donde aparecen los anuncios en redes sociales donde se comercializan cuentas para trabajar como conductor en Didi o Uber, no solamente en la Ciudad de México, sino también en estados como Puebla, Estado de México y otras entidades del país.
En comentarios de redes sociales sobre este tipo de negocios, algunos aseguran que compraron una cuenta de conductor por tan sólo 400 pesos, mientras que otros pagaron 500 y hasta 800 pesos por una con una calificación de cinco estrellas.
El modelo de negocio de Uber estipula mejores ganancias para aquellos que mantengan una alta calidad en su servicio y que esto se traduzca en calificaciones positivas con la máxima condecoración que es de cinco estrellas.
En mayo del 2020, la empresa publicó un comunicado a través de su plataforma oficial en el cual señalaba que este tipo de venta de cuentas para socio conductor son una estafa, ya que solamente el personal autorizado por la empresa puede hacer modificaciones en el aspecto de la información personal de los conductores.
De acuerdo con los testimonios en redes sociales, los perfiles que se venden son con el nombre y la fotografía de la persona que las adquiere, mientras que otras modalidades ofrecen la renta, aunque quien la adquiere se arriesga a trabajar en una cuenta sin que la fotografía o el nombre que aparece en ella sea el suyo.
La renta puede ser muy volátil, ya que para muchos usuarios si el servicio que recibieron fue bueno, difícilmente denunciarán que el conductor no es el mismo que el que les aparecía en la aplicación, es por ello que algunos señalan que este modo de operación solo puede durar entre 2 y 3 semanas.
En el caso de la venta, algunos conductores consultados por Imagen Poblana aseguran que se trata de un hackeo de la aplicación, sin embargo, poco conocen sobre el método que se utiliza para poder suplantar la identidad de un conductor y poner la de la persona que lo está adquiriendo.
Generalmente estas cuentas son compradas por ese 88 % de aspirantes rechazados por Uber que no lograron concretar alguno de los requisitos pedidos por la empresa, pero que a cualquier costo necesitan trabajar en esta modalidad de transporte.
Lamentablemente, entre estos también se puede encontrar a personas que buscan usar la plataforma para delinquir, pues aunque su fotografía y su supuesto nombre aparezcan en la aplicación, en realidad Uber no tiene un registro de ellos, ya que nunca hicieron ningún papeleo ante la empresa.
Los socios conductores consultados por este medio revelaron –bajo la promesa del anonimato– que es muy complicado trabajar bajo este esquema, pues en los últimos años se llevan a cabo inspecciones constantes y aquellas cuentas que tienen una dinámica anormal suelen ser bloqueadas de inmediato.
Hackeo, alteración de la identidad o cualquiera que sea la mecánica que utilicen para la venta de cuentas para conductores de Uber o DiDi, no representaría un delito a menos que la empresa decida proceder por alguna violación en su contrato de términos y condiciones.
Sin embargo, se vuelve una situación peligrosa cuando las personas que están detrás del volante no están siendo monitoreados realmente por las empresas, pues en caso de que cometan algún delito no habría forma de poder rastrearlos debido a que su registro fue ilegal, está alterado y ópera con los documentos de otra persona.
Hasta el momento son pocos los casos que se han hecho públicos sobre pasajeros de Uber o DiDi que han sido víctimas de algún delito a través de la suplantación de identidad del socio conductor, mientras que en aquellos donde se han dado hechos ilícitos por parte de los trabajadores, siempre se ha logrado dar con ellos gracias a que sí estaban registrados en la plataforma.
Sin importar si la cuenta de esta plataforma es legal o no, se actualiza un tipo penal en el momento que el conductor comete alguna infracción como puede ser un robo, acoso o incluso feminicidio, como ya se han registrado casos en Puebla.