Un equipo de científicos de la NASA ha reevaluado a través de topografía satelital digital de alta resolución el tamaño real de los cráteres causados por el impacto de objetos cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés). Gracias a este análisis, han considerado que los rastros de algunos de los impactos de asteroides más significativos de los últimos millones de años podrían haber sido malinterpretados.
En caso de que estos cálculos se confirmen, significaría que las probabilidades de que un asteroide gigante choque con el planeta son más altas de lo que predicen las estimaciones actuales.
En este sentido, James Garvin, científico jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, señaló que la probabilidad estaría "en el rango de cosas serias que suceden".
El estudio de los restos erosionados de algunos de los cráteres de impacto más grandes demostró que hay tenues anillos más allá de lo que normalmente se consideraban sus bordes exteriores. Este nuevo cálculo de los diámetros de los bordes reveló que el tamaño real de los asteroides ha sido subestimado, por lo que su diámetro real es el doble o triple de lo que se pensaba anteriormente.
Esta nueva estimación señala que objetos del tamaño de un kilómetro pueden golpear la Tierra cada 10,000 años.
A pesar de esto, los autores de la investigación han asegurado que estos anillos recién descubiertos podrían no ser necesariamente ondas del impacto. "No hemos probado nada", aclaró Garvin. Una de las hipótesis más probables es que sean escombros expulsados por el impacto que se distribuyeron en un patrón concéntrico.
Incluso, investigadores como Bill Bottke, dinamicista planetario del Southwest Research Institute en Boulder, EU, desconfía de los resultados del estudio, pues considera que desafían otras estimaciones de las tasas de impacto. “Soy escéptico, quiero ver mucho más antes de creerlo", concluyó.