El origen de la pandemia de COVID-19 sigue siendo incierto, pero diversos estudios han apuntado a que es muy probable que el virus llegó a los humanos a través de los animales. Esta teoría ha sido respaldada por una nueva investigación presentada por el Grupo Consultivo Científico de la OMS sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos (SAGO).
De acuerdo con los investigadores, que tuvieron acceso a la información y secuencias genéticas del virus publicadas en la base de datos Gisad, de China, el origen del virus tuvo lugar en otro mamífero.
Las muestras de material genético contenían trazos de mapaches y civetas, especies susceptibles al patógeno. Estos nuevos datos refuerzan la teoría de que la enfermedad no salió de un laboratorio de Wuhan, como muchos afirman, sino que fue una transmisión de animales a humanos.
En este sentido, Wuhan sigue estando en el punto de mira, pues el virus salió de sus mercados, así lo afirmó Krisitan Andersen, biólogo evolutivo de Science. Luego de estos hallazgos, el grupo de investigación contactó al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades chino (CDC), con el objetivo de que colaborara en la investigación, pero su respuesta ha sido negativa.
Incluso, los datos de las secuencias analizadas en la base de datos de Gisad han desaparecido. A raíz de esto, la OMS ha solicitado a las autoridades chinas la información para que pueda ser estudiada de manera más amplia, pero no ha obtenido respuesta.
Por otro lado, se aclaró que estos datos no permiten obtener una conclusión definitiva sobre cómo comenzó la pandemia, pero son "una pieza importante para acercarnos a una respuesta", además, el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo en una conferencia de prensa virtual que "esta información pudo y debió ser compartida hace tres años", por lo que reiteró su llamado a China para que actúe con transparencia.
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