Este 17 de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, el viernes previo al Equinoccio de Primavera y con el cual se busca destacar temas relacionados con la dinámica del sueño y la importancia que tiene en la salud y vida de las personas.
Este acto es promovido por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño y una forma de considerarlo es hablar de los diferentes trastornos y enfermedades que hay asociadas a esta actividad, como puede ser la llamada parálisis del sueño.
Para aquellas personas que nunca hayan escuchado hablar de la parálisis del sueño, pero viven en México, seguramente habrán oído a alguien decir que "se me subió el muerto", pues despierta a la mitad de la noche sin poder mover ningún músculo más allá de sus ojos.
Clínicamente, la parálisis del sueño se explica como una sensación de no poder moverse y aparentemente los sentidos como el oído o la vista están alertas, pero se siente una presión en el cuerpo o una sensación de ahogo que impide a la persona moverse.
La parálisis del sueño puede estar acompañada de alucinaciones o incluso de un temor intenso, pero a pesar de esto no hay registro médico que permita asegurar que la parálisis del sueño pone en riesgo la vida, aunque sí causa episodios de ansiedad leves o crónicos.
La parálisis del sueño puede presentarse de forma diferente en cada persona, la mayoría de los casos se dan entre los 20 y los 30 años, y en algunas personas puede durar apenas unos pocos segundos mientras que en otras dura varios minutos.
Las formas de manifestarse también dependen de cada paciente y es que entre las alucinaciones están la sensación de que hay alguien en el sitio en el dormitorio, puertas crujiendo y perillas de puertas que giran.
Otra sensación es que la persona siente que va a caer de la cama, lo cual es denominado como parálisis del sueño vestibular, pues la gente siente que su cuerpo gira y cae repentinamente, pero se trata simplemente de una sensación extracorpórea.
Como se mencionó en un principio, en México es muy común escuchar "se me sube el muerto", esta es denominada como la parálisis del sueño íncubo, que es cuando la persona siente una presión en el pecho como si lo estuvieran aplastando y que sumado a la incapacidad de moverse genera episodios de ansiedad o pánico.
Curiosamente, se ha detectado que algunas causas de la parálisis del sueño son muy fáciles de prevenir; por ejemplo, las personas que duermen boca arriba son más propensas a sufrir este fenómeno, además se recomienda no someterse a constantes cambios de horario, ya que esto genera una alteración en el ciclo del sueño y provoca parálisis como la mencionada anteriormente.
A la fecha, no hay evidencias de que la parálisis del sueño sea un problema crónico; sin embargo, será decisión de cada paciente si es necesario acudir a un diagnóstico médico, principalmente si los síntomas se vuelven muy frecuentes o se experimenta una situación de ansiedad de forma constante.