Los hongos son parte de la naturaleza, están en diversos ecosistemas, aparecen en varios alimentos y, en ocasiones, los seres humanos también los portan.
Hablar del reino Fungi no solo es para estudiantes y especialistas en micología. Esto lo demuestra la serie The Last of Us, la famosa y reciente serie de HBO. En la producción, que está basada en el videojuego desarrollado por la empresa Naughty Dog, el apocalipsis lo desata el hongo Cordyceps.
Ante el furor por este proyecto estelarizado por Bella Ramsey y Pedro Pascal, es importante reconocer el papel de los hongos en el planeta y la salud, y lejos de tener miedo a estas especies podemos saber qué hacer con ellas y cómo emplearlas.
Unos agentes muy especiales
Al igual que la vegetación y los animales, los hongos juegan un papel medular en el equilibrio de cada región.
"Cumplen diversas funciones [en la naturaleza], una puede ser degradando. Son los reyes en la materia y los principales organismos que se encargan [de realizar esta acción] con la materia orgánica. Todos los desechos naturales tienen que ser [descompuestos] de alguna manera porque si no tendríamos en nuestro planeta una acumulación impresionante de cadáveres. ¿Qué haríamos con eso?", explica a Sputnik Sandra Castro Santiuste, doctora en ciencias biológicas y especialista en el estudio de los hongos.
Al realizar este proceso, los restos de la materia descompuesta se transforman en elementos que la Tierra aprovecha en los ciclos biogeoquímicos.
"Los hongos participan en esos ciclos devolviendo nutrientes en la Tierra. Son saprofitos", precisa la experta.
Otra de sus funciones es "velar" por la conservación y salud de los bosques. Estos abarcan 31% de la superficie terrestre del planeta, es decir, 4.060 millones de hectáreas, de acuerdo con el informe El estado de los bosques 2022 publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
"Casi 80% de las plantas que habitan en nuestro planeta se relacionan con los hongos. ¿Qué quiere decir esto? Las plantas les dan azúcares a los hongos, elemento que por sí solos no pueden adquirir. A su vez, ellos les brindan minerales como, por ejemplo, el fósforo y el nitrógeno que, si bien las plantas pueden absorber solas, les cuesta trabajo o no siempre encuentran estos minerales en el suelo", precisa la creadora de Fungi Cosas, en el que acerca la ciencia detrás de estos seres vivos a la gente.
Esta comunicación entre especies se da a través del micelio, que es el conjunto de las células de los hongos y son conocidas como hifas.
"El micelio se conecta con las raíces de las plantas de manera tal que debajo del suelo, en los bosques, selvas y en casi cualquier ecosistema donde haya plantas, existirá esta cercanía. Si no ocurriese ese intercambio de nutrientes, tendríamos un suelo pobre en nutrientes, plantas débiles y no nacerían muchos hongos", detalla.
A la asociación entre las raíces y el micelio se le conoce como micorriza. Su tercer "papel" en la naturaleza es parasitar a otros como plantas, animales y a los seres humanos, ocasionando enfermedades conocidas como micosis.
"Mantienen el equilibrio en las poblaciones de otros organismos al llevar a cabo esta acción", puntualiza.
Beneficios para las personas
Además de las ventajas que da a la naturaleza, los hongos son benéficos para las personas. Esto se ha documentado a lo largo de la historia y lo podemos observar principalmente en la gastronomía.
"Son muy saludables; contienen muchísimos nutrientes y tienen casi todo el grupo de vitaminas. También brindan muy buen aporte de proteínas, por lo que son un buen sustituto de la carne, esto sin importar si son silvestres o cultivados", expone Castro Santiuste.
Otro aporte a los seres humanos es a través de la medicina, ya que poseen inmunomoduladores, sustancias que mejoran nuestro sistema inmunológico.
Un hongo no puede causar el apocalipsis, pero…
La doctora en ciencias biológicas descarta que ocurra en la realidad una situación similar a la de The Last of Us.
"Para la tranquilidad de todo el mundo, esto no puede ocurrir. Lo acomodaron muy bien en la serie, pero es totalmente una ficción […]. Un hongo no puede parasitarnos de esa manera porque tiene hospederos muy específicos", aclara.
En este caso, los afectados por los Cordyceps, especie utilizada para la trama, son los insectos.
"Dar un salto de un hongo que parasite un insecto y pasar a que le haga lo mismo a un humano es una línea evolutiva muy grande. No podría ocurrir o tendrían que pasar millones y millones de años para que eso suceda", considera.
Pero lo que si es cierto, es que no somos inmunes a las enfermedades causadas por hongos.
Las tres maneras en las que nos pueden afectar son:
1.Micosis: enfermedades generadas por microhongos. Podemos contraerlos debido a un sistema inmunológico débil o al respirar esporas de estos organismos. Entre los padecimientos más comunes están las alergias y las dermatitis. En casos más graves, las neumonías.
2.Micetismos: son intoxicaciones por consumir algún ejemplar del reino Fungi. Dependiendo el tipo de macrohongo (como los champiñones), se presentan desde malestares gastrointestinales hasta daños a órganos como los riñones o el páncreas.
3.Micotoxicosis: ocurren cuando tenemos contacto con microhongos (como el moho) a través de alimentos contaminados. Los organismos liberan toxinas que, con el paso del tiempo, pueden provocar padecimientos severos.
Recomendaciones
Como la historia lo ha demostrado, los seres humanos y los hongos podemos convivir armónicamente, pero con algunas consideraciones.
Castro Santiuste recomienda que para evitar las micosis cuidemos nuestra salud alimentándonos adecuadamente y procurando hábitos de higiene diaria.
Para no caer en los micetismos, indica que, si deseamos comer hongos silvestres, lo primero es consultar a una persona de la zona o especialista en la materia con el fin de saber si su ingesta es segura.
"Nosotros no podemos ir al bosque y decir 'ese hongo se ve rico, me lo voy a comer'. No, jamás. Un ejemplo de personas que nos pueden ayudar son los que saben de hongos, quienes reconocen las especies comestibles, ellos las recolectan, consumen y ponen a la venta", precisó la experta.
La última consideración de la experta está relacionada con una práctica muy común a nivel mundial, pero que puede derivar en micotoxicosis.
"Cuando vemos un moho y decimos 'esta tortilla está hongueada' o a esta fruta ya le salió un hongo, lo ideal es desechar por completo el alimento. Tenemos la mala costumbre de solo cortar la parte donde percibimos [este organismo], pero la realidad es que las toxinas pueden estar en toda la pieza, pero no las vemos", concluyó.