En los últimos días, la contaminación ambiental en Tailandia se ha vuelto noticia mundial debido al número de personas enfermas que ha dejado el smog producido con las emisiones de vehículos y de la industria.
Pero al hacer un análisis sobre la situación que atraviesa Tailandia, nos damos cuenta que sus niveles de contaminación no están alejados de la realidad mexicana, donde poco se habla de los efectos nocivos que tiene para la salud toda esta contaminación.
Múltiples medios alrededor del mundo señalan que Bangkok, la capital de Tailandia, ha reportado 200,000 personas hospitalizadas durante la última semana por problemas respiratorios asociados con la exposición a la contaminación del aire.
Asimismo, las autoridades sanitarias dicen que 1.3 millones de personas han estado enfermas durante este 2023, por problemas relacionados con las vías respiratorias, situación que es alarmante tomando en cuenta que la población de ese país es de 11 millones de personas.
Lo que más destaca, es que esta situación se da por los niveles catalogados como "alarmantes" de partículas PM 2.5, que son consideradas dañinas e incluso a largo plazo puede provocar cáncer, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
Los datos de los especialistas afirman que durante los últimos dos días en Bangkok ha habido un nivel de 70 microgramos por metro cúbico de partículas PM 2.5, un índice muy por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que es de 15 microgramos por metro cúbico.
Si nos basamos en el parámetro de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, efectivamente el aire en Bangkok está muy por arriba de los niveles permitidos, pero incluso podrían estar por abajo de la calidad de aire en México.
Durante las primeras horas de este viernes, la Red Estatal de Monitoreo Atmosférico (REMA), que se encarga de elaborar el Índice de Calidad del Aire en la zona metropolitana del Valle de Puebla, arrojó que en algunas partes de la ciudad se han detectado hasta 110 microgramos por metro cúbico de partículas PM 2.5.
El Índice de calidad del Aire se obtiene a través de cinco sensores colocados en la zona de Agua Santa, BINE, parque de las Ninfas, la Universidad Tecnológica de Puebla y el velódromo a un costado del Periférico Ecológico.
Es el último sensor el que arroja los niveles más altos de partículas PM 2.5 durante las últimas 24 horas con 110, mientras que la estación del BINE obtuvo índices de 97 microgramos por metro cúbico de partículas PM 2.5; en tanto que la estación de la UTP obtuvo 81 microgramos por metro cúbico de partículas 2.5.
En Puebla hay seis niveles para catalogar la calidad del aire y según los índices obtenidos de partículas PM 2.5, la calidad del aire es mala en la zona del velódromo, pero es regular en el resto de las estaciones.
Para que sea catalogada como muy mala debe de superar los 151 microgramos por metro cúbico y para ser catalogada como extremadamente mala debe de llegar arriba de las 201 unidades; para que la calidad del aire sea peligrosa debe de estar por arriba de los 301 unidades.
Esos parámetros son los mismos que se utilizan para medir la calidad del aire y determinar cuándo debe de haber una Contingencia Ambiental en la Ciudad de México, pues al menos en la capital del país y el Estado de México la contingencia ambiental sirve para aplicar el programa Hoy No Circula.
Con este programa se busca controlar las emisiones de CO2 en el ambiente a través de la reducción de vehículos motorizados que circulen en las calles, en tanto que en Puebla solamente se aplica el programa de restricción vehicular cuando se activa una contingencia ambiental y ésta permanece por más de 48 horas.
¿Qué pasa con la salud?
El Índice de la Calidad del Aire permite a las autoridades tomar acciones inmediatas para reducir los niveles de contaminación, pero también para cuidar a su población, de ahí que cuando hay una calidad mala del aire se deben de hacer algunas recomendaciones, que lamentablemente no son de carácter restrictivo.
Y es que estas acciones son recomendar a las personas no salir de casa ni hacer actividades al aire libre, pero lamentablemente es decisión de cada individuo seguirlas o ignorarlas, sin importar que esto pueda repercutir en su salud.
Las partículas PM 2.5 que mencionamos para medir la calidad del aire son catalogadas de acuerdo con su tamaño y las 2.5 son las más peligrosas, pues por su tamaño penetra rápidamente hasta los pulmones.
Esto quiere decir que cada vez que una persona respira cuando la calidad del aire es tan mala, el número de partículas PM 2.5 que entran a su cuerpo es mayor, por lo que tiene más posibilidades de enfermarse de gravedad por las vías respiratorias.
A diferencia de lo que ocurre en Tailandia, en México las autoridades sanitarias no han emitido cifras sobre los casos de personas con enfermedades respiratorias asociadas a la contaminación del aire.
Lo más cercano que tenemos para identificar la incidencia de enfermedades respiratorias es a través del boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud, donde podemos ver que durante el 2023 se han detectado 66,285 mujeres con infecciones respiratorias agudas y 87,133 hombres.
En este sentido, sería responsabilidad de las autoridades especificar qué casos están asociados a la contaminación del aire y cuáles derivaron de la temporada estacional de enfermedades respiratorias.
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