Desde hace una semana la atención mediática de México y EEUU está centrada en la balacera y en el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas. De quien pocos han hablado es de Areli Pablo, una mujer mexicana de 33 años que fue alcanzada por una bala perdida durante los hechos.
Luego de que se diera a conocer el secuestro de los cuatro norteamericanos en territorio mexicano, las críticas por parte de Washington comenzaron a llegar al punto de que las relaciones diplomáticas entre ambas naciones se tensaron ante la solicitud de un par de republicanos de enviar elementos del Ejército de EEUU para luchar contra el narcotráfico en México, esto aprovechando la coyuntura del secuestro de sus connacionales.
Mientras los congresistas republicanos apelan por una medida injerencista, el Gobierno de México les responde con dureza y la Casa Blanca asegura que no está en sus planes inmediatos catalogar como terroristas al crimen organizado mexicano. Pero a todo esto, una víctima quedó en el olvido.
Se trata de Areli Pablo Servando, una mujer originaria de México quien fue alcanzada por una bala perdida el día en que los estadounidenses fueron secuestrados, y cuya muerte pasó prácticamente inadvertida.
¿Quién era Areli?
Al momento de su muerte, Areli tenía 33 años, era una joven apegada a su familia y a la iglesia pentecostés.
En Facebook, sus amigos y allegados la despidieron con tiernos mensajes en los cuales exigían justicia para la joven, quien fue una víctima colateral de la violencia que se desató el viernes 3 de marzo en Matamoros.
De acuerdo con información compartida por Areli en sus redes sociales, ella se desempeñaba como empleada del departamento de facturación en una empresa local y había estudiado informática.
Luego de la balacera y de que se diera a conocer el secuestro de los cuatro estadounidenses, las autoridades mexicanas detallaron que una persona había sido asesinada en el lugar de los hechos, sin embargo no dieron detalles.