La diputada federal por el distrito 11, Carolina Beauregard, celebró que el Pleno de la Cámara de Diputados haya aprobado por unanimidad el dictamen para incluir la definición de “vivienda adecuada” en la Ley de Vivienda.
En este sentido dijo que esta reforma a los artículos 4 y 8 de dicha Ley, especifica que la vivienda para ser adecuada deberá cumplir con características como la calidad de los materiales, seguridad jurídica de la tenencia, disponibilidad de servicios públicos, habitabilidad, accesibilidad, ubicación que permita acceso a opciones de empleo, escuelas y centros de salud, además de respetar la cultura de la zona.
“Gracias a la aprobación de este dictamen de consenso, nunca más en nuestro país tendremos casas de interés social sin servicios públicos básicos, como agua potable, drenaje y alumbrado. Nunca más casas construidas con materiales de pésima calidad que ante las inclemencias del tiempo se inunden o dañen. Nunca más casas con incertidumbre en la tenencia de la tierra”, enfatizó.
Resaltó que la falta de acceso a la vivienda adecuada puede tener consecuencias graves para la salud, la educación, el empleo y el bienestar de las personas, ya que la vivienda constituye la base de la estabilidad y seguridad de los ciudadanos y sus familias.
Beauregard Martínez subrayó que tener acceso a una vivienda adecuada debe ser asequible, lo que significa que debe estar disponible a un costo razonable para todas las personas menor al 30% de su ingreso total independientemente de su capacidad de pago.
“Nos ha tocado vivir en una realidad compleja, en donde necesidades tan simples como la alimentación, la seguridad, la salud y el acceso a la vivienda; deberían de ser temas resueltos; sin embargo se han convertido en anhelos difíciles y en algunos casos imposibles de alcanzar para los mexicanos, dada la peor inflación en 23 años, la disminución del presupuesto para vivienda social desde 2019 y la nula política pública para la construcción de vivienda nueva”, sentenció.
Finalizó destacando que si bien el derecho a una vivienda digna y decorosa se encontraba establecida en la ley; la vivienda adecuada no había sido abordada de acuerdo a los estándares internacionales como la agenda 2030 de la ONU lo establece, que busca definir en el Programa Nacional de Vivienda los requerimientos mínimos para la regulación de las construcciones.