La reivindicación en la lucha social del 8M

La reivindicación en la lucha social del 8M

Foto: Enfoque

Gracias a las aportaciones de movimientos feministas en la lucha constante por la igualdad, el 8 de marzo ha dejado de ser una fecha de celebración para dar paso a la conmemoración en busca de avanzar en el rezago social.

 

En 1975 se celebró el Año Internacional de la Mujer, dando lugar a que la Organización de las Naciones Unidas comenzara a conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Dos años más tarde, la Asamblea General de las Naciones Unidas formalizó oficialmente este día, pese a que su primera celebración se remonta al 28 de febrero de 1909, cuando el Partido Socialista de América lo designó en recuerdo de la huelga de trabajadoras del sector textil el año anterior en Nueva York.

 

Sin embargo, la continua lucha social reivindicó la fecha; las instituciones que buscan mantener una hegemonía sobre la población buscan ser desplazadas para dar cabida a las voces del pueblo que ha sido relegado y omitido históricamente.

 

 

Mediante el libre albedrío se busca conmemorar que las mujeres sigan siendo artífices de la historia; participantes activas en la sociedad en igualdad con el hombre en todos los ámbitos sociales, así como buscar un alto a las agresiones y feminicidios.

 

De acuerdo con el colectivo “No es una somos todas”, el Día Internacional de la Mujer es una fecha para concientizar acerca de la violencia e injusticias que enfrenta este género a diario, mediante movimientos políticos, culturales, económicos y sociales.

 

Aunque estas movilizaciones tienen largos antecedentes, en pleno contexto de reivindicación de los derechos de las mujeres, la sociedad continúa plasmando mensajes de celebración y, aunque cada individuo puede aportar desde su trinchera, es necesario hacer una introspección.

 

 

Colectivos como el Instituto para el Desarrollo de Masculinidades Anti Hegemónicas (IDMAH) plantea algunas claves sobre cómo atender estas fechas, priorizando el escuchar antes de criticar, por ello es necesario ser críticos en el consumo de información evitando canales de desinformación, ya que hablamos de la vida en cotidianidad, no de la anteposición de ideologías.

 

La solidarización también juega un papel importante que no recae simplemente en acciones, sino en un proceso de cambio interno donde sean analizados los principios e ideologías que nos rigen para lograr empatizar con distintas visiones del mismo mundo.

 

Buscando romper las conductas estereotipadas de la sociedad, también es necesario romper el silencio ante conductas machistas. Aunque para muchos podría parecer una tarea difícil, el ampliar tu conocimiento sobre los diversos puntos de vista puede ayudarte a generar este tipo de cambios.

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