En los últimos años, las marchas del 8 de marzo en conmemoración por el Día Internacional de la Mujer se han vuelto más radicales y han ayudado a convertir este día en un símbolo de protesta por el respeto y los derechos hacia las mujeres a vivir una vida libre de violencia.
Pero hasta hace una década, el 8 de marzo en México no tenía ese significado e incluso muchas mujeres eran felicitadas y se había vuelto común el regalarles flores; entonces, ¿por qué cambió la forma de conmemorar el 8 de marzo?
Aunque el fin continúa siendo el mismo, al menos en México el significado que se le daba a esta fecha se ha ido modificando y ahora prácticamente está vetado el felicitar a las mujeres, pues hay una mayor conciencia que permite saber que este día es de conmemoración y de exigencia.
Imagen Poblana entrevistó a algunas manifestantes que participaron activamente este 8 de marzo en las diferentes protestas que se llevaron a cabo en la capital poblana, a fin de conocer cuál es el principal motivo que ha hecho que las manifestaciones se radicalicen.
"La justicia o las autoridades ya nos toman un poquito en cuenta y eso va ayudando, vamos avanzando en que las mujeres sean escuchadas y como decimos en nuestro lema: no es un día de festejo, sino de buscar justicia", consideró una de las manifestantes que acudió a la marcha convocada por el colectivo Voz de los Desaparecidos.
De acuerdo con la manifestante, no es un problema que se haya detonado a partir de la administración de Andrés Manuel López Obrador, pues la actitud del gobierno siempre ha sido la misma, pero afirmó que las mujeres han ido adquiriendo una mayor conciencia y esto ha provocado que decidan levantar la voz.
Para Ana María, cualquier acto que se haga durante las marchas está justificado, incluyendo lo que la gente comúnmente llama actos vandálicos: “a veces para darle continuidad a un caso tienes que cerrar calles, que cerrar puertas de algunos edificios, para que volteen a verte y hagan su trabajo”.
Nuestra entrevistada dijo que muchas veces las manifestaciones pueden ser incómodas para la gente cuando no ha tenido que pasar por un trago amargo, como puede ser una agresión física o vivir la desaparición de alguno de sus familiares.
Según afirmó, antes de vivir la experiencia de que uno de sus familiares desapareciera, tampoco participaba activamente en las protestas y si bien no las criticaba, tampoco las apoyaba, por lo que, agregó, la gente debe de ser más empática, porque en algún momento puede llegar a sufrir una situación similar.
El gobierno federal debe escuchar a los manifestantes y tomar acciones rápidas y puntuales sobre alguna de las peticiones más comunes de la gente que es el acceso a la justicia, sentenció.
Para ella, una de las principales trabas es la burocracia, de ahí que esto debe de ser uno de los puntos esenciales que cualquier gobierno debe de tomar en cuenta para garantizar justicia a las víctimas y sus familias.
"Quitar un poco la burocracia, porque hay mucha burocracia, para que escuchen nuestras quejas y también eliminar la corrupción, principalmente eso para que esto pueda seguir avanzando, porque luego te quedas a mitad de camino y esto no avanza", protestó Ana María.