Una tradición y un estilo de vida, así es como se vive la charrería en Puebla

Una tradición y un estilo de vida, así es como se vive la charrería en Puebla

Foto: Enfoque

Juan Ortega ha estado inmerso en la charrería desde los 5 años influenciado por su padre, por lo que ahora ha decidido mantener la tradición y es su turno de guiar a su hija de 5 años, quien ya se perfila en las actividades de las escaramuzas.

 

En el marco de los festejos por los 100 años de la asociación de charrería, Ortega nos explica que esta tradición llegó a Puebla en 1923 y utilizó como punto de reunión la zona centro, para ser más exactos en la avenida 11 oriente, donde actualmente está la Secretaría de Finanzas.

 

El Lienzo Charro se mudó en 1982 a su actual sede para mantener durante generaciones esta práctica que comenzó en las haciendas durante la época de la Revolución Mexicana, principalmente en regiones de Jalisco e Hidalgo, para luego extenderse por todo el territorio nacional.

 

Las diferentes actividades relacionadas a la charrería le ayudaron a posicionarse como un referente en el deporte y al paso del tiempo, pasó de ser una actividad que se practicaba en su mayoría de veces dentro de fincas y ranchos para comenzar a profesionalizarse. Actualmente la charrería se ha convertido en un deporte miembro de una federación, con normativas que permiten elaborar torneos.

 

 

Aunque las competencias suelen ofrecer buenas sumas de dinero, Juan explica que el mundo de la charrería es generoso, pues se ayuda no solo del deporte y también existen artesanos, gente que se dedica al cuidado de los caballos, arrendadores y talabarteros.

 

Pero la derrama económica ya no se limita al país, pues su popularidad se ha extendido hasta el sur y parte del norte de los Estados Unidos. De acuerdo con Ortega, hay más de 20,000 agremiados que dan lugar a campeonatos estatales, regionales y uno nacional.

 

En el estado de Puebla, hay alrededor de 25 asociaciones y grupos que año con año participan en los diversos torneos de charrería y conforman la comunidad local, además, cuentan con escuelas para la formación ecuestre tanto para niños como adultos.

 

Por ello, Juan hace una invitación a cualquier interesado en esta tradicional actividad para acudir al Lienzo Charro y recibir la formación adecuada para poder llevar a cabo una serie de suertes y acrobacias.

 

Aunque la mayoría de personas relacionadas a la charrería están inmersos gracias a una tradición familiar, Ortega señala que cualquier persona puede acercarse a la asociación, pues se tiene la apertura para instruir; el primer requisito para poder comenzar en la charrería es tener interés y amor a los caballos, el resto se verá en la escuela, afirma.

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