El reciente anuncio de la Real Academia Española de devolver el uso de la tilde en el adverbio “solo”, así como en los pronombres demostrativos este, ese, aquel y sus correspondientes femeninos, ha generado polémica ante los grupos puristas, pero esta no es la primera vez que la RAE hace cambios ortográficos de gran magnitud.
Por ejemplo, desde 2010, la academia de la lengua anunció modificaciones en el nombre de las letras “i griega” por “ye”, o el abandono de denominaciones como “be larga” y “ve corta”, que provocaron que cientos de hispanohablantes tuvieran un corto circuito en la redacción de sus textos.
La RAE también ha modificado la escritura opcional de tilde en monosílabos con diptongo ortográfico. Los monosílabos ortográficos son aquellas palabras que solo contienen una vocal o un grupo de vocales que forman diptongo o triptongo: huir, liar, Luis, pie, fue, guion. Los monosílabos ortográficos según las normas actuales no se acentúan en ningún caso, salvo los que tienen tilde diacrítica.
Desde 2014 y para disgusto de algunos, palabras como influencer, link, backup, online o like fueron agregadas al diccionario y tomadas como parte de la lengua, el principal descontento de los puristas, es que tenemos otras palabras en español que significan lo mismo.
Para 2021, el uso del lenguaje relacionado con la digitalización y tecnificación de las sociedades tuvo mayor incursión en nuestra lengua y se agregaron palabras como bitcoin, bot, ciberacoso, ciberdelincuencia, criptomoneda, geolocalizar o webinario.
Pero no todas las polémicas del lenguaje se resuelven en los cambios ortográficos, pues durante los últimos 10 años, la RAE ha sido presionada por eliminar el sexismo tanto del lenguaje como de la categorización. En 2017, una ola de críticas nació en Twitter luego de que usuarios se indignaran por la definición de sexo débil de la academia, que hace alusión al “conjunto de las mujeres” de manera despectiva.
Las críticas desembocaron en una queja a través de la plataforma change.org bajo el título "RAE: la mujer no es el sexo débil" acompañando al hashtag #Yonosoyelsexodébil, aunque los académicos han mostrado dar mayor atención a otros aspectos de la lengua romántica.
El Diccionario de la lengua española, elaborado en colaboración con la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), incorpora términos procedentes del habla propia de todas las regiones hispanohablantes, un idioma que comunica a casi 600 millones de personas en el mundo.