Ameba comecerebros mata a un hombre por lavarse la nariz con agua del grifo

Ameba comecerebros mata a un hombre por lavarse la nariz con agua del grifo

Un hombre estadounidense ha muerto debido a la “Naegleria fowleri”, más conocida como “ameba comecerebros”. Lo más extraño de este caso, es que la víctima, habitante del condado de Chalotte, en Florida, pudo haberse contagiado tras lavarse la nariz con agua del grifo y no tras nadar en un espacio contaminado.

 

Al conocerse la muerte del hombre, el temor se ha difundido rápidamente en la zona, a pesar de que las autoridades han asegurado que tanto lavarse como beber agua es completamente seguro, pues la ameba solo es peligrosa si entra por vía nasal.

 

Ante esto, muchas personas de las poblaciones cercanas han decidido cerrar completamente sus grifos para evitar cualquier contacto.

 

Tan solo en Estados Unidos, se estima que se han registrado al menos 160 casos confirmados o sospechosos de muerte por amebas comecerebros desde 1962, cuando se empezó a rastrear.

 

 

El miedo ante esta infección es entendible, pues el índice de supervivencia es muy bajo, ya que cuenta con una tasa de mortalidad de 97 %.

 

La mayoría de los casos relacionados con este organismo unicelular se vinculan con aguas cálidas estancadas y zonas donde abundan todo tipo de bacterias. El temor que surge ahora es que este es el segundo caso detectado en los últimos dos años en Florida donde se apunta al agua de grifo como fuente infecciosa, lo que no debería ocurrir al estar tratada.

 

Al respecto, el Departamento de Salud de Charlotte ha dicho: “como parte de una respuesta de varias agencias, se continúa investigando cómo ocurrió esta infección y se está trabajando con los servicios públicos locales para identificar cualquier vínculo potencial y tomar las medidas correctivas necesarias”.

 

Al principio, la infección no se manifiesta con síntomas serios, comienza con dolor de cabeza, fiebre, náuseas, y vómitos, además, daña los nervios olfativos, causando cambios en los sentidos del gusto y olfato.

 

Su siguiente fase es la realmente peligrosa, pues debido a su rápida progresión a través del sistema nervioso central, genera rigidez en el cuello, confusión, fatiga, pérdida de equilibrio, convulsiones y alucinaciones, hasta que finalmente destruye el tejido cerebral y el paciente muere. No cuenta con ningún tipo de tratamiento.

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