El próximo 30 de marzo entrará en vigor en la Ciudad de México el reglamento del artículo 28 de la Ley de Establecimientos Mercantiles que busca, entre otras cosas, que los clientes no sean sorprendidos con precios ocultos y otros cargos extra que algunos restaurantes abusivos hacen al momento de entregar la cuenta.
Esta medida fue publicada ayer en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, por lo que algunos consideran que esta medida podría ser llevada a otros estados de la República, incluido Puebla, donde hay un importante desarrollo restaurantero.
Sin embargo, desde el sector empresarial se cuestiona si de verdad un reglamento de este tipo es necesario para Puebla o para otros estados de la República.
¿Qué dice el reglamento?
Seguramente a muchos nos ha pasado, o conocemos a alguien que ya le pasó, que llega a un restaurante y se encuentra con que la carta de los alimentos y servicios no tiene los precios, o que en el exterior hay un menú con las letras prácticamente ilegibles y que tampoco trae la información completa sobre los precios.
O bien, hay bares que obligan al bebedor a pagar hasta el 30 % de su consumo en propina o que al momento en el que les llega su cuenta ya viene incluido este cargo, que no es obligatorio.
Es justamente en estos casos en que entraría el reglamento del artículo 28 de la Ley de Establecimientos Mercantiles de la Ciudad de México, el cual fue diseñado por el gobierno capitalino, en colaboración con la Procuraduría Federal del Consumidor y la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac).
A grandes rasgos, este reglamento obliga a los establecimientos a colocar la carta con el menú en la entrada de sus negocios, cumpliendo con una medida mínima de 35 centímetros de ancho por 50 de largo, así como la descripción de los precios de cada uno de sus productos.
También deben de ofrecer una carta o menú con las mismas especificaciones técnicas y los precios que estén exhibidos fuera del negocio, además de especificar cuáles son los tipos de pago que se reciben y el número de contacto de las autoridades para reportar en caso de abuso.
Este reglamento también establece que los restaurantes o bares deben de cobrar únicamente el importe de los alimentos y bebidas consumidos, pues su preparación, el servicio y el sitio en el que se hace el consumo ya debe de estar incluido en dicha tarifa, además de que la cuenta debe de venir dividida para que el cliente conozca cuál fue el precio de cada uno de los alimentos.
¿Qué dice el restaurantero?
Para aclarar las dudas, Imagen Poblana consultó a la empresaria restaurantera Olga Méndez Juárez, quien tiene la experiencia suficiente para hablar del tema, pues incluso ha sido presidenta de la Canirac en Puebla.
En entrevista, la empresaria dijo que este tipo de reglamentos no debería de ser necesario en Puebla o en otros estados de la República, tomando en cuenta que ya hay una reglamentación que viene por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor.
Si bien es de destacar que el gobierno haya tomado en cuenta la iniciativa privada para la construcción de este reglamento, lo cierto es que se trata de una sobrerregulación, pues actualmente la Profeco puede clausurar un establecimiento si no tiene sus precios exhibidos a la vista del público, afirmó Méndez Juárez.
“La mismo Profeco nos obliga a tener exhibidos los precios, a no sorprender a los clientes, hay cosas que a lo mejor vienen en algunas otras regulaciones que tenemos”, afirmó.
En este sentido, dijo que dependiendo del municipio o estado en el que esté cada restaurante, también se deben de acatar ciertas determinaciones establecidas al momento en que un negocio tramita su licencia.
Es por ello que, para la empresaria, la creación de un reglamento de este tipo para Puebla no es urgente, pues además se trata de una nueva vigilancia hacia el comercio establecido, mientras que se tolera el ambulantaje que seguramente no sufrirá todas estas medidas.
“Las autoridades en muchas ocasiones, y yo creo que en esta no es la excepción, siempre trata de controlar y de tener muy bien amarrado al empresario establecido, entonces todo esto siempre afecta al que está dado de alta, al que paga impuestos, para el que trata de hacer las cosas de forma ordenada”, sentenció Olga Méndez Juárez.