La llegada de Tesla a México se ha confirmado y será en próximos días cuando autoridades presentarán cada detalle de su instalación en Nuevo León. Pero independiente del lugar en el que se instale esta armadora, los beneficios para la economía mexicana parecen ser diversos.
El arribo de la planta estadounidense plantea una inversión inicial de 1,000 millones de dólares, aunque esta cifra aumentaría con el paso de los años y, a decir de los expertos, esta derrama económica se vería reflejada en el crecimiento de los centros de producción en territorio nacional.
Elon Musk aprovechó las facilidades del gobierno federal para dar un paso en el nearshoring o práctica de deslocalización cercana, es decir, acercar los centros de producción tercerizada para solucionar los inconvenientes de las largas distancias con proveedores y la diferencia de horarios entre los continentes, que suele perjudicar a la cadena de suministros.
De acuerdo con José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), una planta armadora puede generar 40 plantas de autopartes en los alrededores, como un efecto dominó que se traduce en mayor inversión y trabajos mejor remunerados.
México es un eslabón importante en la cadena de suministro de los autos eléctricos en América del Norte, así como un sitio estratégico de exportación. Desde hace un año, compañías como General Motors, BMW, Volkswagen, Nissan y Stellantis han hecho inversiones en territorio nacional para expandir las plantas de armado y ampliar sus cadenas de insumos, inyectando 3,527 millones de dólares.
Esto se traduce en la generación tanto de empleos directos como indirectos. Aunado a esto, las cadenas de suministros están logrando consolidar el mercado nacional, tomando en cuenta que 20 % de las autopartes de los automóviles Tesla se producen en nuestro país.
Eso ha generado que, en los últimos meses, empresas como AGP Glass, Quanta Computer, Noah Itech, Vertiv, ZG Group y Brembo hayan anunciado inversiones en el sector automotriz, todas dentro del estado de Nuevo León.
Otro sector que se verá impactado es el minero, pues México es el décimo país con mayores niveles de litio, además el gobierno federal mantiene proyectos como LitioMex y el Plan Sonora para facilitar su explotación. Durante el último año, la inversión de empresas como Solarever, Cenntro Automotive y De Luna Lithium Battery para comenzar a producir baterías de litio en el país sumó un total de 1’280,000 dólares.
En opinión de Sergio Reséndez, director de Colliers Monterrey, la inyección de inversión finalmente se traduce en un incremento en la oferta de trabajo que brindará la compañía, más desarrollo de vivienda, mayor plusvalía, beneficios a la infraestructura hotelera e inclusive el aumento en el número de vuelos para conectar a directivos.